Somos la Herencia: «Nuestras nuevas canciones reflejarán este año de puro asco»
Candidatos a disco del año por «Dolo», el grupo madrileño inaugura hoy el festival Mazo de la sala Independence
Ha sido un año calamitoso para la grandísima mayoría de grupos de música, pero los madrileños Somos la Herencia al menos van a poder despedirlo con un par de buenas noticias. Su último trabajo, «Dolo», fue ayer nominado al Premio Ruido a Mejor Disco Nacional de 2020 que entrega la PAM (Periodistas Asociados Musicales). Y esta noche inaugurarán Mazo , un nuevo festival en la sala Independance que devuelve la música a la franja nocturna del ocio capitalino, y que según ellos mismos, «tiene un cartelazo». «Le Parody, Futuro Terror, hay grupos que nos gustan mucho. Creo que en cierta manera, es un cartel heredero del Sound Isidro, que no se pudo hacer por la pandemia».
Somos la Herencia tuvieron «la mala suerte» de sacar el disco a mediados de febrero, así que salvando un primer concierto «normal» en San Sebastián, los pocos que han podido dar para presentarlo en directo han sido con medidas de seguridad. «Es un poco deprimente tocar así, la verdad», confiesa Gonso . «Cuando pasa un rato, al estar sentado, el público termina desconectando un poco del escenario y se pone a mirar el móvil, más de lo que lo miraría en un concierto normal». Hoy, intentarán cautivar a su audiencia con un espectáculo hilado por «atmósferas muy crudas, como de pesadilla, al estilo Val del Omar», y lo harán con «unas ganas enormes» aunque no podrán ver bailar a sus seguidores. A pesar de estas restricciones, un recital como este es, en todo caso, «mucho mejor» que los que se celebran en streaming. «Sirvieron para hacer el duelo por la muerte de la vida en directo», describe Gonso. «Y como los duelos, duraron unos meses, pero llega un momento en el que ya hay que volver a hacer cosas, a vivir».
Ya se atisba un destello al final del túnel, pero los fans de Somos la Herencia no deben esperar que el grupo se aleje de su sombrío post-punk para volverse más optimistas o luminosos en sus próximas canciones. «Al contrario», dice Gonso. «Nuestra música ya tenía un sentimiento un poco chungo, por decirlo de alguna manera. Y el material que hemos compuesto durante la pandemia es más chunga todavía, porque estos meses hemos estado escuchando mucho noise, hard noise y otros géneros verdaderamente chungos , con mucho diseño sonoro. Nuestras próximas canciones reflejarán un poco todos estos meses que hemos pasado tan malos, todo este año de puro asco. Van a ser muy extrañas (risas)».
Ese «sentimiento chungo» que flota en las canciones de Somos la Herencia tiene algo que ver con la losa psicológica de la precariedad laboral en su oficio, que se ha «acentuado hasta el infinito» durante la pandemia, dice Gonso. «Sólo hemos podido tener ingresos de las reproducciones en streaming, que es un tema que tiene tela. Tener cien mil reproducciones más o menos, ¿qué significa? ¿Doscientos euros más o menos? Eso no aporta mucho. Con un solo concierto ya ganamos mucho más de lo que ganamos con Spotify». Mientras tanto, el mundo de la música se ha unido en la asociación Alerta Roja para pedir ayudas y pelear por el regreso de los conciertos seguros, pero Gonso y sus compañeros tienen una crítica para esta alianza.
«Creemos que beneficia más al negocio de las salas que a los propios grupos. Su postura me parece razonable, pero no veo muchas propuestas para los músicos . Deberíamos organizarnos mejor. Ese sería el mejor efecto que podría generar esta pandemia. Pero estamos muy desunidos, y es probable que en cuanto empiecen los festivales y el cachondeo, se nos olvide todo».