Seis años y 140 millones de euros para ganar al amianto

Las 600 mediciones realizadas por Metro dan negativo en el material cancerígeno

Un cartel señala la posible presencia de amianto en un tren GUILLERMO NAVARRO

Carlota Barcala

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Metro se enfrenta, desde que se conoció la existencia del amianto en sus instalaciones, a la que tal vez sea su peor crisis en sus cien años de historia . Así lo reconoció la comisión de investigación puesta en marcha en la Asamblea de Madrid en 2018 , que calificó la gestión de los responsables de la compañía de «negligencia», «incapacidad» y «ocultamiento».

Para ganarle la batalla al material cancerígeno, la empresa puso en marcha un plan hace dos años, tanto en los trenes como en las bases del suburbano, que se prolongará hasta 2025 y con el que prevén «eliminar cualquier resto en la red». Cuentan, para ello, con un presupuesto de 140 millones de euros. Cinco de ellos se irán en liberar a los trenes del material; otro se centrará en los aislantes. También actuarán en 28 de las estaciones donde se ha detectado , gastando 27 millones de euros. Asimismo, se reservan 31 millones para eliminar cualquier rastro que quede en otras 25 estaciones entre 2023 y 2025.

En este mismo periodo, se quitará el amianto de los elementos constructivos de las 21 subestaciones eléctricas por 1,5 millones de euros, así como en el resto de las dependencias y depósitos, para lo que se destinarán siete millones de euros.

Otra de las medidas clave es efectuar más de «mil reconocimientos médicos específicos» entre los trabajadores «sin haberse detectado hallazgos patológicos compatibles con la exposición al amianto», señalan fuentes del suburbano a ABC. «Esta vigilancia de la salud se oferta con carácter anual y voluntario», continúan. También indican que, siguiendo el plan pactado, han realizado 600 mediciones ambientales en recintos de trabajo y trenes: «Y todas han dado negativo. Por tanto, se descarta cualquier tipo de riesgo para trabajadores y usuarios de la red».

Los casos que la compañía intenta solucionar conforman una larga lista. En octubre del pasado año, el último que se sabe, se identificó amianto en una junta de la válvula de rebose de todos los modelos de trenes en circulación. Por ello, suspendieron cualquier actividad de mantenimiento que implicase el desmontaje del tapón donde se encuentra dicha válvula. «Las piezas serán retiradas por personal especializado y, posteriormente, sustituidas por otras libres de amianto», explicaron entonces desde la empresa pública. El hallazgo se produjo durante una revisión de los trenes dentro del marco de retirada del material, pactado con cuatro de los seis sindicatos que forman el comité de empresa.

La última de las medidas es cerrar la línea 4 del suburbano desde mañana. No solo por el amianto, sino para mejorar la señalización y la electrificación, pero, de paso, aprovecharán para eliminar de las estaciones cualquier rastro de pieza con este componente que pueda continuar en ellas.

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