Secretismo en la primera reunión entre el Ayuntamiento y Baraka
El nuevo dueño del Edificio España aún no ha revelado qué hará con el emblemático rascacielos
El Ayuntamiento de Madrid y el grupo inversor Baraka se reunieron ayer por primera vez tras la compra del Edificio España. El encuentro, marcado por un gran secretismo desde ambas partes, no fue más que una presentación y una leve declaración de intenciones; solo trascendió la «buena predisposición» de los interlocutores y la voluntad de «colaboración» de cara al futuro del emblemático rascacielos.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo , recibió a representantes de Baraka en las oficinas del área en el Consistorio. Una hora de charla de la que únicamente se supo que el Consistorio se mantiene firme en su idea de que prestará su colaboración siempre y cuando el propietario no se salte la ley. Como ya ocurrió tras la adquisición del edificio , desde Baraka guardan silencio. Ni una palabra de qué pretende hacer con el inmueble. Tampoco el Ayuntamiento explicó las intenciones del grupo ni en qué términos transcurrió la reunión.
Desde Urbanismo sí indicaron que el cambio de propietario no ha modificado su visión sobre la rehabilitación del Edificio España. Fuentes del área manifestaron su ánimo de «facilitar el desarrollo y puesta en marcha de proyectos que cumplan con la legalidad vigente». Un mensaje calcado al que recibió Wanda: la fachada no se toca . Esta premisa fue la causa fundamental de que el inversor chino abandonara el proyecto después de dos años de idas y venidas, órdagos y amenazas. Un culebrón que acabó con la venta del inmueble a Baraka por 272 millones de euros , seis más de los depositados inicialmente por el magnate asiático Wang Jianlin .
La reunión entre el Ayuntamiento y el grupo murciano, que encabeza el empresario Trinitario Casanova , se produce apenas una semana después de que se hiciera pública la transacción. Entonces, casi con carácter inmediato, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena declaró su deseo de concretar una cita «cuanto antes». Su pretensión de entablar una primera toma de contacto llevaba adjunta la sorpresa de que Wanda se marchara, especialmente porque fueron varias las ocasiones en las que desde el Consistorio se jactaron de haber desbloqueado la operación y retenido la inversión para el edificio y su entorno, cada vez más abandonados.
La relación con el nuevo propietario, al menos de momento, está exenta de este tipo de dificultades. El Ayuntamiento, sin más detalles, destacó la «buena predisposición y máxima voluntad de entendimiento y colaboración por ambas partes, que ha quedado de manifiesto en este encuentro».
No obstante, la pregunta que todo el mundo se hace es qué hará el grupo Baraka con el Edificio España . Desde la compañía evitan hacer cualquier tipo de declaración, pero lo cierto es que su irrupción ha despertado ciertas inquietudes en el sector inmobiliario . Como publicó este periódico, la incertidumbre es un hecho evidente por los antecedentes de Casanova, famoso por sus fugaces operaciones inmobiliarias.
Expertos del sector explicaron el riesgo de que el edificio cayera en manos de un «especulador»: «(Casanova) es un especialista en cazar gangas, especular con su precio y después desprenderse rápidamente de ellas; sería extraño que explotara la propiedad», aseguraron. Otra de las incógnitas en torno al Edificio España es qué pasará con la reforma de la plaza homónima, para la que Wanda iba a destinar 30 millones de euros .
Propiedades en Madrid
Si se llegase a confirmar la reventa del inmueble, no sería la primera vez que el empresario lleva a cabo una operación «relámpago» en la capital. Antes de hacerse con el rascacielos, compró un local en Gran Vía, 44 por 20 millones de euros y se deshizo de él en apenas unos meses, con un beneficio de 2,6 millones. Además, Casanova es uno de los mayores terratenientes de Valdebebas, tras comprar nueve parcelas con 114.000 metros cuadrados para construir.
Estas propiedades, junto a otras como la antigua sede de Peugeot, en la avenida de los Toreros, confirman que este oportunista inmobiliario ha puesto el foco en Madrid para extender su imperio.
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