Santísimo Cristo del Amor de Aluche: Una comunidad implicada y activa

No hace mucho tiempo que apareció en los medios de comunicación la noticia de que Mercadona había donado 4,5 toneladas de alimentos de primera necesidad a la parroquia del Santísimo Cristo del Amor , en el barrio de Aluche , sita en la avenida Rafael Finat, 46, en un apacible Aluche, por cierto, que mira hacia Cuatro Vientos. El párroco, Jesús Yébenes, que además es el arcipreste de la zona, está acompañado en las tareas parroquiales por un joven sacerdote estudiante, Darío Alberto Luna. Una de las características de esta comunidad es la intensa implicación de la vida consagrada. Así es el trabajo tanto de los Hermanos de la Salle y de las Hermanas de los Sagrados Corazones que viven en un piso de inserción en la zona.

Esta parroquia no pasa inadvertida por el recoleto entorno, el acceso al templo a través de un amplio espacio ajardinado que hará las delicias de los feligreses en tiempos de bonanza. La construcción con materiales sencillos fue una donación de la empresa que levantó el barrio. La parroquia, fruto de aquel bendito diseño de atención pastoral que hizo monseñor Casimiro Morcillo, ha cumplido 54 años . Tuvo una primera denominación con el añadido de san Juan Bautista de la Salle, cuando se desgajó de la parroquia del Pilar de Campamento. Aún hoy permanece el retrato de este santo educador dentro de la Iglesia. No en vano los Hermanos de la Salle regentan un colegio estrechamente vinculado a la vida de esta comunidad. El templo es espacioso y lo que destaca de su ornamentación es el Cristo del presbiterio y la imagen vestida del Dulce Nombre de María, a la que se le tiene una profunda devoción. Por cierto que en las crónicas de la historia se dice que, en 1964, fue párroco de esta comunidad el que después fuera cardenal de la iglesia y arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García Gasco . Tiempos de aplicación del Concilio vaticano II, de renovación y de esperanza.

La feligresía es de edad avanzada , fiel a la Iglesia, con una actitud siempre de colaboración, activa en la vida ordinaria. Se decía que éste es uno de los barrios de Madrid con menos inmigración debido a la escasez en la oferta de viviendas ya que aún no se ha completado el relevo generacional. Ahora las cosas están cambiando poco a poco y se nota cierta presencia multicultural en la zona.

En esta parroquia hay un importante predominio de la vida sacramental , las celebraciones de la eucaristía dominicales son concurridas, cerca de mil fieles cada fin de semana. Nos encontramos con un numeroso grupo de Vida Ascendente, que ahora está frenado en sus actividades como consecuencia de la pandemia. También cuenta con una catequesis de infancia, reducida por la escasez de niños en la zona, y con un pequeño grupo de jóvenes convocados en torno a la oración de Taizé, que llevan los Hermanos de la Salle. Esta es una de las asignaturas pendientes de la parroquia. Hay también un grupo de formación de adultos. Y los que cuentan con numerosos voluntarios son el grupo de liturgia, de pastoral de la salud y de visitadores de los enfermos. El Consejo de pastoral parroquial tiene un relevante protagonismo en la marcha de la comunidad.

La Cáritas de la parroquia atiende a una veintena de familias, un centenar de personas, el doble de lo que se atendía hace un año, según cuenta el párroco. Hay que destacar que anejo al templo se encuentra la sede del SOIE de Cáritas de la Vicaría VI, con lo que la parroquia se convierte en un potente foco de atención social. Una Cáritas, en este caso, dedicada a la formación de los desempleados. Otra de las peculiaridades de la parroquia es su colaboración con la asociación vecinal de carácter cultural Atenea que, en condiciones normales, al margen de este extraño tiempo de pandemia, organiza un amplio abanico de actividades lúdico-formativas, desde macramé a bailes, yoga, danza, entre otros. El coro tiene una sencilla y actualizada página web como símbolo de esa activa participación de todos que caracteriza a esta parroquia.