Iglesias de Madrid
Santa Paula: una parroquia orgullosa de su historia
En esta comunidad destacan los niños y jóvenes de los grupos de formación en la fe
San Blas, en Canillejas, lo llena todo. El San Blas de Canillejas , con su ermita en lo alto, con una devoción que congrega a miles de fieles, de todos los puntos de Madrid, de todas las edades, inquietudes, preocupaciones, ruegos y votos. San Blas en Canillejas, con su Hermandad de reciente creación y los panes de San Blas y las cintas para el cuello, gracias de religiosidad popular, esa religiosidad del Pueblo de Dios que tanto le gusta al Papa Francisco. Mañana domingo, fiesta de San Blas, se trasladará el santo de la ermita a la parroquia de Santa Paula, calle Carretera de Canillas 115-B, que es la que nos ocupa, al final de la misa del 10, 30h. A las doce y cuarto, presidida por monseñor Antonio Algora, obispo emérito de Ciudad Real, se celebrará una eucaristía solemne con procesión. Un buen apunte para la agenda.
Porque no se entiende la parroquia de Santa Paula sin la historia de la ermita, que fue el templo madre de referencia en el barrio, bajo la advocación de san Juan Bautista. Santa Francisca Javier Cabrini anduvo por allí en los primeros años del siglo XX fundando un orfanato y un colegio, el hoy Colegio de santa Francisca Javier Cabribi, que por cierto, dio nombre por unos meses a la parroquia que hoy se llama Santa Paula. Parece ser que las Monjas Jerónimas le ofrecieron al obispo Casimiro Morcillo ayuda para una parroquia en Madrid con el nombre de su fundadora, santa Paula, y por eso el obispo les concedió esta gracia de poner el nombre de la santa a la que este san Jerónimo, de profunda erudición, dedicó una deliciosa biografía. Por tanto, la parroquia de santa Paula tiene mucha historia que contar, tanto de su matriz, la ermita, como de la vida de santa Francisca Javier Cabrini y el empeño de la Princesa Eulalia de Borbón y su insistencia en que la invitara a España la Reina María Cristina. La Madre Cabrini, que tenía la vocación de misionera en China, terminó sus días en Estados Unidos.
Quien se acerque al templo de Santa Paula, blanco por dentro, espacioso, con un gran coro, no deje de colocarse bajo las imágenes de la Virgen María de la ternura, que su cara es un cielo, con un niño Jesús que parece que se te va a abalanzar, que te habla con la mirada, realismo puro. Y de paso, también, en el presbiterio, póngase debajo de santa Paula, que da ganas de rezarla solo contemplando su delicado rostro. Imágenes por cierto firmadas por Aznárez.
Por tanto, la parroquia de santa Paula es heredera de una gran tradición, tal y como nos la relata su párroco, José Luis Sánchez, que está acompañado en las tareas ministeriales por el vicario parroquial Jaime Llerana y por el párroco emérito, Basilio Cercadillo . De la vida de esta comunidad hay que destacar la presencia de los niños y, sobre todos, de los jóvenes en los grupos de formación en la fe. Jóvenes que son los protagonistas de los Campamentos de Santa Pula, con una larga tradición en el barrio. El campamento en Ávila, durante el mes de julio, y un nuevo Campamento en Roquetas de Mar, organizado por los Padres Blancos, para los mayores de dieciocho años, que este año ha tenido un gran efecto en la parroquia. En esa experiencia, trabajaron con inmigrantes en la formación y en el desarrollo personal y social, a la sombra del mar de plástico y con la mirada puesta en la acogida y el encuentro con las realidades más sangrantes de nuestro tiempo.
Legión de María
En la parroquia también tenemos los grupos de la Legión de María, el Grupo de bienestar parroquial, que entre otras tareas se encarga, por parte de los hombres y los jóvenes, de la limpieza y decoro del templo, el grupo de madres, entregado a la formación, o el adultos jóvenes, que tienen un largo recorrido y una larga historia en Santa Paula. También está la Cáritas, que ayuda a una serie de familias inmigrantes que viven y trabajan por la zona. Incluso en la parroquia hay acogido un matrimonio venezolano. Los sacerdotes colaboran en la atención pastoral del Colegio Cabrini, regentado por las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús , también centro de atención apostólica de un barrio que tiene mucha historia y que no se entendería sin la presencia de la Iglesia, que es para todos.
Misas L a V: 19 h. Vísperas:19 h. Festivos: 12, 13 y 19 h.