La Sanidad madrileña, una crisis que no cesa: cuatro dimisiones en seis meses
La gerente Atención Primaria, última en sumarse a la cascada de renuncias en Madrid
![La presidenta Díaz Ayuso y el consejero Ruiz Escudero, departiendo en el pleno de la Asamblea](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/10/21/AYUSO-escudero-k2DC--1248x698@abc.jpg)
La crisis sanitaria del Covid-19 se ha cobrado ya al menos cuatro altos cargos en la consejería de Sanidad y algunos más en la de Políticas Sociales. Ayer fueron sustituidas las gerentes de asistencia en Atención Primaria y de Asistencia Hospitalaria, en plena segunda olea de contagios y dentro de una cadena de cambios en el área que dirige el nuevo viceconsejero, Juan González Armengol . Todo, tras meses de muchísima tensión por la situación epidemiológica, acrecentada por el fortísimo enfrentamiento político entre los gobiernos central y regional.
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La combinación de presiones por la crisis sanitaria, los diferentes puntos de vista en cuanto a las medidas a aplicar y el escenario político han podido hacerse insoportables en algún momento, y pueden estar en el fondo de algunas de las renuncias que se han venido conociendo, casi por goteo, en los últimos meses.
«El Titanic»
La primera fue la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, que se marchó en mayo en plena polémica sobre la conveniencia de que la región pasara o no a la fase 1 de la desescalada. Ese mismo día se anunció el fichaje de Antonio Zapatero, exdirector del Hospital de Ifema, como viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid. A finales de septiembre, Fuentes publicaba un tuit con unas imágenes de la película «Titanic» –el capitán asistiendo al hundimiento en el puente– acompañadas del mensaje:«Buena suerte».
#BuenaSuerte pic.twitter.com/remqkmwk0g
— Yolanda Fuentes🇪🇸🏳️🌈🇮🇨 (@_YolandaFuentes) September 25, 2020
En septiembre también renunció Emilio Bouza , prestigioso doctor a quien se había elegido como portavoz del Grupo Covid, pero que tras ver cómo se relacionaban las dos administraciones que toman parte en este órgano, los ejecutivos central y regional, decidió dar un paso atrás y no convertirse en el portavoz de la discordia.
Pocos días después, le seguía el hasta entonces consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero , que el 2 de octubre envió una carta a la presidenta Díaz Ayuso anunciando su dimisión. Tras meses en la picota por su enfrentamiento con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, a cuenta del protocolo para no derivar a los residentes en centros de mayores a hospitales en el pico de la pandemia,Reyero dejó el cargo no sin sugerir a la presidenta regional seguir el camino de la concordia.
Ayer, fue un día de grandes cambios en el área de Sanidad. El flamante viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Juan González Armengol –nombrado el 7 de octubre– se reunía en su primer consejo de Administración del ServicioMadrileño de Salud (Sermas) y renovaba las direcciones de tres de sus gerencias asistenciales.
En la de Atención Primaria, la hasta ahora titular, Marta Sánchez-Celaya , cesa por voluntad propia y es sustituida por Sonia Martínez Machuca. Además, también era relevada la gerente de Asistencia Hospitalaria, Bárbara Fernández –en el cargo desde noviembre de 2019–, para ser sustituida por el doctor Antonio Juan Pastor. Por último, se nombra gerente de Planificación Estratégica –cargo que estaba vacante– al doctor Daniel Álvarez Cabo.
Cambio de estrategia
Mientras todo esto ocurría, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, planteaba un cambio de estrategia durante un desayuno informativo de Europa Press. Ante la perspectiva de un estado de alarma que decaería el sábado, Madrid sigue siendo partidaria de mantener sus medidas de restricciones «quirúrgicas », por zonas básicas de salud con mayor número de casos, porque cree que han dado resultados traducidos en descenso de contagios. No de la intensidad que quisieran, reconoció, por lo que en todo caso habrá que pensar en nuevas medidas.
Ruiz Escudero pidió negociar un documento común con «aval científico», pero si no lo consiguen, advirtió, Madrid «continuará con su propio plan». El estado de alarma lo calificó de «atropello» pero al tiempo apuntó que «si decae el viernes, será una muestra del fracaso de esta medida».
Como adelantó ABC, la consejería estudia ya la idea del toque de queda y no lo ve con malos ojos. Una posibilidad que rápidamente le criticaba el portavoz socialista, Ángel Gabilondo, que aseguraba no entenderla:«Si la situación parece mejorar, como dicen, ¿a qué viene el toque de queda?». En todo caso, Ruiz Escudero avisó de que ese hipotético toque de queda sería una decisión a tomar a nivel nacional, porque la Comunidad «no tiene cobertura legal» para hacerlo.
Sanidad ha incorporado en seis meses a dos nuevos viceconsejeros a su organigrama
Sus palabras, en todo caso, fueron matizadas a las pocas horas por el consejero de Justicia, Enrique López, que puntualizaba que no sería un auténtico toque de queda –que implicaría limitación de derechos fundamentales y requeriría, por tanto, de un estado de alarma–, sino una limitación de actividades a partir de medianoche, que no impediría a los ciudadanos moverse durante la noche.
60% de facturación
Una medida, en todo caso, más contundente que las aplicadas hasta ahora, hacían hincapié desde la formación naranja en el Gobierno, y que aplaudían porque se acercaba más a la posición del vicepresidente Ignacio Aguado . Él se mostraba incluso a favor de un parón total de la actividad, durante un breve tiempo, para de esta manera, supuestamente, rebajar sustancialmente los contagios y poder salvar la campaña navideña, que es la que mueve hasta un 60 por ciento de la facturación anual de algunos comercios, como perfumerías o jugueterías.
Ruiz Escudero cree que la alarma fue «un atropello» y «si decae el viernes, será una muestra de su fracaso»
Pero en la reunión mantenida por la líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y el vicepresidente regional con los responsables de los empresarios madrileños (CEIM), según algunas fuentes se les advirtió de que no les agradaba la idea de un parón total de la actividad, la misma que rechaza con contundencia la presidenta Díaz Ayuso, partidaria de equilibrar las medidas para cuidar la salud pero no perjudicar más de lo necesario la economía.
En este sentido, desde Ciudadanos en la Comunidad aseguran que más de un empresario le ha comunicado a Aguado su apoyo al plan de acometer ahora ese parón para poder sobrevivir en Navidad con la mayor normalidad posible, dadas las circunstancias.