Los sanguinarios Blood participaron en apuñalamientos en las fiestas de Alcorcón y Alcalá
La Guardia Civil descabeza a esta banda latina el día en que iban a asesinar a un joven por encargo
Se hacen llamar Blood (sangre, en inglés) y, aunque han protagonizado algunas páginas de periódicos hace años, se la tenía por una minoritaria banda dentro de los grupos criminales de jóvenes latinos. Todo lo contrario. La Guardia Civil acaba de echar el guante a 15 de sus miembros (uno ellos, como investigado, pues estaba en prisión tras huir a San Juan de la Luz, en el País Vasco Francés, tras un intento de homicidio); y ha dejado al descubierto que poseían un importante ‘bloque’ o ‘set’ (grupo, en su argot) en la Comunidad de Madrid, «más violento y activo» que la cúpula, que se encuentra en Barcelona.
En la capital española han sido detenidos siete miembros, los cuatro cabecillas y tres ‘soldados’. Los primeros, por encargar el asesinato de un joven, por asuntos de bandasas; a los segundos, por actuar como sicarios. Los cazaron justo el día en que se iba a consumar el crimen, cuando preparaban la celada a su víctima, que ha salvado la vida por la exitosa intervención de los Servicios de Inteligencia Centrales de la Guardia Civil.
Además, fuentes del caso explican que los encartados participaron en septiembre en apuñalamientos en las fiestas de Alcalá de Henares y Alcorcón, y se ha probado su presencia en las de Villaviciosa de Odón, aunque no está acreditada su participación en el acuchillamiento que se produjo hace unas semanas en este último municipio.
30 miembros en Madrid
La operación Laya, detalla a ABC uno de los jefes del operativo, arrancó a mediados de 2020. Primero se tuvo conocimiento de los ‘bloques’ de los Blood en la zona norte (País Vasco y Navarra). Los seguimientos y viajes a Barcelona llevaron a concluir que los jefes de esta organización crimimal estaban en Cataluña. Uno de ellos es William Samuel Cañizares Arias, el considerado ‘suprema’. En 2009 ya había encargado un asesinato a otro miembro del clan que tenía discrepancias con ellos y quería desetar. En 2014, se le condenó a más de 17 años de cárcel por inducir a la ejecución, que fue consumada. Pues bien, ya estaba en libertad condicional, se le había retirado el pasaporte y debía personarse en el juzgado. Poco más. Con este nivel de impunidad, había vuelto a las andadas, y es quien ordenó al ‘set’ de Madrid el asesinato ahora frustrado.
Los expertos del Instituto Armado calculan que hay alrededor de 30 miembros de los Blood en la Comunidad de Madrid, distribuidos en entre cinco y diez ‘sets’. Los jefes de este ‘bloque’ residían en Las Rozas, Alcobendas, Majadahonda, Boadilla y Parla, en ocasiones en viviendas okupadas.
«En Madrid, los Blood se instalaron a mediados de 2002. En 2009, hicimos la operación Carpetazo en Levante (Alicante, Torrevieja y Valencia). Luego los detectamos en el norte, Madrid y Barcelona», añade un mando de los Servicios de Información de la Benemérita. El grupo madrileño tiene subdivisiones en Getafe, San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde), Vallecas, Estrecho (Tetuán) y Ciudad Lineal , por ejemplo.
Los Blood, como tantas bandas latinas, nacieron en Estados Unidos. Concretamente, en 1972, en Los Ángeles. Eran los recién llegados de la crisis migratoria de Centro y Suramérica, mayoritariamente dominicanos, huyendo de las crisis y tiranías de sus países . Allí (como luego en España) fueron pasto del desarraigo y el desamparo familiar, que les hizo agruparse y buscarse un enemigo: los Crips, otra banda. De hecho, los Blood, que visten el color rojo y negro, suelen utilizar prendas Calvin Klein, por ‘Crips Killers’ (asesinos de Crips, en inglés).
Armas de fuego y homicidios
Los Blood son dominicanos y en número se sitúan tras los Dominican Don’t Play (DDP), sus máximos rivales en España, y los Trinitarios (con quienes tienen un pacto de no agresión, roto en los mencionados machetazos de las fiestas de Alcalá y Alcorcón). Su lema también es ‘Patria’ y manejan bolomachetes, pistolas reales y ‘chilenas’ (de fogueo, pero manipuladas para detonar).
Los arrestados en la Comunidad de Madrid tienen antecedentes por delitos contra el patrimonio (robos con fuerza y con violencia), tráfico de drogas y lesiones. Algunos cuentan con homicidios a sus espaldas. La investigación del caso Laya continúa adelante.
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