San Silvestre Vallecana 2016
Jesús Hurtado: «El premio por ganar la primera San Silvestre Vallecana fue un bocata de salchichón»
El madrileño rememora a sus 87 años las anécdotas de la última carrera del año. El veterano atleta acumula más de 800 trofeos y el honor de haber representado a España en 50 competiciones internacionales
Apenas supera 1,60 metros de altura y entonces corría «con unas bambas cualquiera», pero el madrileño Jesús Hurtado logró el triunfo la primera vez que se celebró la San Silvestre Vallecana en el invierno de 1964 en tan solo 29 minutos (entonces era de 7,5 kilómetros en vez de 10). « Unas botellas y un bocata de salchichón , eso es todo lo que me dieron de premio», cuenta a ABC, entre risas, el ganador de las dos primeras ediciones de la última carrera del año.
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La que ahora se ha convertido en la prueba sobre asfalto más importante del mundo junto a la de São Paulo y Nueva York, cada año congrega a más de 40.000 corredores , entre atletas amateur y profesionales. Sin embargo, hace más de medio siglo los dorsales no alcanzaban el medio centenar. Con 5.000 pesetas de presupuest o su fundador, Antonio Sabugueiro, hizo milagros. Aquel primer año, los encargados de cortar la circulación para que pasaran los corredores fueron «unos cuantos chavales que decidieron colaborar», recuerda el atleta jubilado.
Hurtado ganó más de 800 trofeos y representó a España en 50 competiciones internacionales
A sus 87 años, Hurtado no pierde la sonrisa ni el brío del que todavía presume: durante la presentación de la carrera hace apenas un mes, subió de un salto al escenario por la zona más alta, en vez de utilizar las escaleras laterales. No obstante, sus piernas no se olvidan de cuánto esfuerzo y sacrificio ha costado poder decir que con ellas ha ganado más de 800 trofeos. «Sabugueiro me invitó a participar en la San Silvestre y fui a correrla porque ya había corrido muchas carreras en Madrid y no quería perderme ninguna», relata el veterano. «También participé en dos ocasiones en la prueba de Brasil. Fui internacional con España 50 veces», agrega como si esta gesta fuera cosa sencilla.
«Entonces no había dinero. No había casi de nada. Teníamos que andar con unas zapatillas que no se parecían a las de ahora ni de lejos», dice, justo después de hacer una fotografía con una cámara compacta de carrete. Lo que acababa de capturar eran a las nuevas deportivas de la marca patrocinadora de la carrera. «Las zapatillas que llevan los corredores de este año son alucinantes. N osotros usábamos playeras, unas bambas cualquiera », reconce.
«Entonces correr era de locos: lo que me daba de comer era mi trabajo en una imprenta»
Su pasión por el atletismo comenzó en unos campeonatos durante el servicio militar. «En La Mili vieron que se me daban bien correr. Y a partir de ahí me hicieron internacional», rememora. «Entonces correr era de locos , no era profesional, porque no había de nada. Uno corría pruebas, pero tenía otra profesión: mi trabajo en la imprenta es lo que me daba de comer. Ahora te dan premios y con ello puedes vivir, pero antes no te daban nada. En las pruebas internacionales, al menos, sí que te pagaban el viaje».
Hurtado asegura que siguió compitiendo hasta que se jubiló, pero lo cierto es que nunca ha dejado de estar en activo. «Ahora hago ejercicio porque me han operado de la cadera, pero sigo haciendo gimnasia: correr es una de las mejores sensaciones del mundo », afirma con satisfacción y conocimiento de causa.
Aunque él ya no participe, su estirpe estará representada por su nieto de 18 años. «Él también corre a nivel profesional y, por supuesto, va a participar en la San Silvestre», asevera con orgullo. Este madrileño trazó hace más de medio siglo un camino por el que esta noche pasarán, con el mismo empuje, más de 40.000 corredores que tratarán de seguir su imbatible estela.