Rutas de historia lésbica, rincones de leyenda y música para reinas: los mejores planes del Orgullo en Madrid
Más allá de la fiesta callejera, el evento más multitudinario del año propone un sinfín de actividades culturales y lúdicas de temática LGTBI
Estos son los conciertos de música por las fiestas del Orgullo de Madrid
Apenas recuerdo la primera vez que fui al Orgullo . No había cumplido los veinte. Mis amigos de la universidad y yo nos adentramos en el corazón de Madrid y del activismo LGTBI preparados para horas y horas de fiesta. La noche se resumió en botellón, algún que otro bar y botellón, entre riadas y riadas de personas teñidas de arcoíris. La última vez que fui al Orgullo, el año pasado, fue para cubrir su edición más descafeinada por la pandemia, sin carrozas ni escenarios. Así que escribí sobre el botellón, que se atrincheró durante una semana en las plazas de Chueca .
Esta vez, las fiestas del Orgullo regresan como siempre , liberadas de las restricciones anti-Covid. El evento más multitudinario de la capital —sus organizadores calculan que atrae a más de 2 millones de visitantes— es botellón, sí, ese eufórico jolgorio callejero y etílico, pero, sobre todo, es un abanico de planes que desbancan a los vasos de plástico en las aceras. Para empezar, es imprescindible recorrer Chueca , donde este viernes 1 de julio arranca la celebración más desinhibida y reivindicativa del año con un sinfín de actividades en bares, restaurantes, tiendas, galerías de arte y otros espacios de la zona.
Chueca's Pride es la excusa perfecta para conocer sus rincones de leyenda, los negocios que han labrado la fama del barrio. Como la librería Berkana (calle de Hortaleza, 62), la primera en lucir en 1993 la bandera arcoíris que había nacido catorce años antes en Estados Unidos. También la primera librería especializada en temas LGTBI de España y América Latina. Otro ejemplo, en la misma calle, es Rotunda Warning , una tienda que vende topo tipo de baratijas cargadas de simbolismo. Camisetas, pulseras, sombreros, banderas y abanicos pintados con los colores de los distintos colectivos LGTBI.
En femenino
El Orgullo también es una oportunidad para viajar al pasado, al Madrid de principios del siglo XX y a las vidas de las mujeres que amaban a otras mujeres . Los próximos 3, 4 y 5 de julio, uno de los proyectos culturales de FELGTBI (la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más) brinda una ruta guiada de historia lésbica, un paseo por el centro de la capital que narra la evolución de la homosexualidad en la legislación, la sociedad y la cultura de las últimas décadas, y rescata la trayectoria de mujeres referentes. Puedes inscribirte aquí ; rápido, que hay tres rutas y hueco para 20 personas en cada una.
El Orgullo es, por supuesto, música. La plaza del Rey muta, un año más, en plaza de las Reinas , pero con una novedad: un escenario dedicado a las mujeres. Los conciertos se encadenarán sin descanso desde el miércoles 6 al domingo 10 de julio. Ellas son Safree, SexBomb, Ainhoa Buitrago, Elena Farga, Cariño, Claudia León Dj, Yoly Saa, Silvina Magari, Brooke, Alba Reche, Tatiana Delalvz, Jimena Amarillo, Sweet California, Niña Lunares, María Peláe, Sofia Cristo Dj, Oreiana, Rocío Sáiz, Robie y Black Pandas. Dos años después de que estallara la crisis sanitaria, vuelven los escenarios a las plazas madrileñas: a la remodelada plaza de España, con el 15º aniversario del concurso Mr. Gay España; a Pedro Zerolo, donde se celebrará el pregón del Orgullo (el miércoles 6); a Colón y a Callao.
El colofón del Orgullo será la manifestación estatal del sábado 9 de julio , que congregará a medio centenar de carrozas y unos 2.000 asistentes. Antes, la semana está plagada de eventos. La comedia 'Maricas todas' en los Teatros Luchana, un cabaret de 'drag queens', un torneo de fútbol femenino organizado por Fulanita de Tal, los cortos LGTBI en la sede de DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales), la divertida carrera de tacones en la calle de Pelayo... Toda la programación está disponible aquí . Después, como siempre, quedará el botellón.
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