El robo que acabó con el chino degollado

Los investigadores barajan como hipótesis que J. Y. fue víctima de un robo con violencia

La tienda donde ocurrió el asesinato, preintada por la Policía DE SAN BERNARDO

DANIEL DOVAL

Un hombre de 44 años de nacionalidad china, J.Y., murió ayer degollado por un ataque con arma blanca en su local comercial del distrito madrileño de Ciudad Lineal . El SAMUR recibió una llamada pasada la 1:30 de la madrugada, en la que se avisaba de que un hombre estaba herido en una tienda de alimentación de la calle Río Ulla. A su llegada, los sanitarios del servicio de emergencias, no pudieron más que confirmar el fallecimiento.

Un equipo de psicólogos atendió a los familiares de la víctima que presentaban síntomas de crisis de ansiedad al conocer la muerte del hombre. El Grupo VI de Homicidios de la Policía se hizo cargo de la investigación. No se descarta ninguna hipótesis sobre el móvil del homicidio, ya sea por robo o un ajuste de cuentas. De momento no se ha practicado ninguna detención y la tienda ya ha sido analizada por la Policía científica. Fue el hijo del fallecido el que encontró el cadáver de su padre hacia las 1:45 de la noche en el interior de la tienda desangrado, con un profundo corte en el cuello y pequeñas cuchilladas en pecho y piernas. El dueño del local era bastante conocido en la zona, pues se solía colocar frente a la puerta de su local para tomar el aire cuando su tienda no tenía clientela.

«Era muy trabajador»

Fuentes de la investigación apuntan a que el hombre fue víctima de un atraco y murió asesinado impidiendo que se llevaran la caja con el dinero de la recaudación.

Dos hermanas que ayer pasaban por la calle Río Ulla comentaron a ABC que era muy trabajador y que incluso en alguna ocasión les hizo el favor de recogerles un paquete cuando ellas estaban ausentes. Entre los vecinos, la versión más extendida es que un hombre quiso marcharse de la tienda con una botella de alcohol sin pagar. Tras la negativa del dueño, se produjo una pelea que acabó con la vida de la víctima, degollada.

El establecimiento se sitúa a pocas calles de la discoteca latina que se encuentra en la confluencia de las Calles Alcalá y Vázquez de Mella. Fue ahí donde este fin de semana se produjo la «macropelea» en la que siete agentes fueron heridos, al tratar de disolver la reyerta. De las 30 personas que se encontraban en el lugar de los hechos solo tres fueron detenidas.

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