El regreso de la gran pantalla a Madrid
Los cines que han reabierto en la capital, con un tercio del aforo, todavía se pueden contar con los dedos de una mano
El olor a palomitas no impregna la entrada; nunca lo ha hecho. Los Cines Renoir junto a la plaza de España, erigidos en los años ochenta, solo disponen de una taquilla y cinco salas, las más grandes, con un centenar de butacas. Tras semanas cerradas a cal y canto, ayer volvieron a proyectar películas en versión original. Ni siquiera las medidas de seguridad impuestas por el Covid-19 arruinaron la experiencia cinéfila. Las ganas pudieron al miedo.
«Las entradas se pusieron a la venta el lunes y prácticamente están todas las salas llenas , con un tercio de aforo, pero llenas», explicaba ayer Mamen, la encargada del cine. A sus espaldas, una pantalla informativa indicaba la ocupación de las distintas salas. El rojo (entradas agotadas) y el naranja (últimas entradas) teñían gran parte de las sesiones de los siete títulos con los que han arrancado. Entre ellos, la oscarizada «Parásitos» , dirigida por el surcoreano Bong Joon-ho, y el único estreno, «Little Joe» , un drama británico-austriaco de Jessica Hausner.
«Ayer estuvimos mirando qué cines estaban abiertos, porque no lo sabíamos muy bien. Siempre venimos aquí y tenemos ganas de ver ya la película», contaba Aitor, de 26 años. Él y Jorge, de 28, compraron las entradas por internet para «Little Joe». A punto de dar las cuatro de la tarde, una veintena de personas se internaban en la sala dos, con 60 butacas, para ver el filme, uno de los más codiciados. Arrancaron los anuncios e iluminaron los rostros de los espectadores, la mayoría, distanciados entre sí por un par de asientos. «Hemos pedido poder sentarnos juntos porque somos familia» , señalaba una mujer, junto a su pareja y sus dos hijas. «Las personas se sientan de una en una, a no ser que sean convivientes», aclaraba Mamen.
Por supuesto, más allá del aforo limitado al 33 por ciento , la reapertura del cine estuvo marcada por la parafernalia habitual que acompañará a la «nueva normalidad»: mascarillas por doquier, señalización para recordar la distancia de seguridad y dispensadores de gel hidroalcohólico para clientes y empleados. Por otro lado, hay más tiempo entre pase y pase, para poder efectuar una buena limpieza de las salas. Además, por las noches, colocan en todas ellas máquinas de ozono.
El buen comienzo de este cine, en la calle de Martín de los Heros, ha estado plagado de rostros familiares para sus responsables. «La reacción del público ha sido muy buena, muchos son clientes nuestros de toda la vida . Han estado interactuando con nosotros y tenían muchas ganas», agradecía Mamen. Maité, de 78 años, es una de sus fieles. «El primer día ya he venido a ver lo que me interesaba y no había visto antes del confinamiento», decía, antes de internarse para ver la francesa «Lo mejor está por llegar». «Yo soy muy asidua, me encantan el cine y el teatro; o sea que estoy negra con esta historia», añadía sobre el cierre durante semanas de sus espacios favoritos.
A la espera de estrenos
Si bien han podido reabrir desde el pasado lunes, con el salto a la fase 2 , los pocos cines que han reanudado su actividad en la capital se pueden contar con los dedos de una mano. El primero en reincorporarse, el jueves, fue la Sala Berlanga; ayer, además de los Cines Renoir de la plaza de España, el Capitol . Aunque no tuvo tanto éxito. «Solo ha entrado una persona en la primera sesión», informaba Leticia, una de las empleadas en el cine de la Gran Vía, donde las tres salas cuentan con centenares de butacas.
La ausencia de nuevos títulos ha sido una de las razones por las que muchos han decidido aplazar su apertura. Los estrenos llegarán a los cines solo a partir de la próxima semana. «No tiene sentido abrir tantas salas si no hay contenido», explicaba ayer Octavio Alzola, uno de los responsables de los Cines Renoir. Ellos ya se han puesto en marcha porque ponen el foco en las versiones originales y en un público diferente.
Mientras, las salas que proyectan cintas más comerciales deberán ser pacientes. Por ahora, el Palacio de Hielo , exmorgue durante los días más críticos de la pandemia, solo ofrece una sesión de «Los Goonies». «Poco a poco», es el lema imperante.
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