Madrid se enfrenta al mes de julio más triste en el sector turístico
Los empresarios hoteleros calculan que sólo abrirán unos 80 de estos establecimientos, un 25 por ciento del total de la Comunidad
El verano no pinta bien en el turismo madrileño. El mazazo que supuso la pandemia y el posterior confinamiento han cerrado fronteras y paralizado completamente un sector que es básico en este país. Ahora, con la desescalada, se intenta recuperar la normalidad, pero cuesta. Así lo reconocen los empresarios hoteleros de Madrid, que ya apuntan a un mes de julio muy atípico y muchísimo más «triste» para el turismo: calculan que en la región sólo abrirán unos 80 hoteles, un 25 por ciento de la planta hotelera .
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Es la previsión que hacen desde la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, donde reconocen que las perspectivas no son muy halagüeñas en la región: «Calculamos que en julio estarían operativos cerca de 80 hoteles, de los 322 miembros de la Asociación», explican sus portavoces. La demanda, recuerdan, es todavía muy baja , lo que está ralentizando la vuelta a la actividad de muchas de estas empresas.
Por un lado, la situación todavía no ha vuelto a la normalidad total, porque es muy cambiante y existe una sensación de provisionalidad en todos los pasos que se dan. Los últimos rebrotes surgidos en distintos puntos de España y en otros países, que han obligado incluso a nuevos confinamientos en algunas zonas, no hacen sino reforzar esa idea de temporalidad y cambio permanente. Comienza a haber gente que viaja, pero aún es muy poca , reconocen los hoteleros madrileños.
De hecho, de acuerdo con sus datos, la ocupación media es baja: está en la línea del 20 por ciento. Existen varias campañas promocionales en la actualidad , puestas en marcha tanto por el Ayuntamiento de la capital como por la Comunidad de Madrid, pero en el sector son conscientes de que «las campañas tienen que tener recorrido para que se noten los efectos», y aún es pronto para ello.
Sin Orgullo
Las previsiones, pues, son poco esperanzadoras,lo que contrasta con lo que ha ocurrido otros años, en que estos últimos días de junio y los primeros de julio –en los que coincidían acontecimientos de masas como las fiestas del Orgullo Gay o el Mad Cool– suelen ser de los más altos del año, junto con la Semana Santa y el otoño madrileño.
Así, en 2019, Madrid recibió un total de 10,4 millones de visitantes, de los que 962.790 llegaron en mayo, 944.773 en junio y 904.711 en julio, así como 970.288 en octubre. La ocupación media por habitación llegó a su tope, el 86 por ciento, en junio, y fue del 77 por ciento en julio, otro dato que demuestra que el inicio del verano es una buena temporada históricamente en la capital, algo a lo que no es ajeno la celebración de las fiestas del Orgullo.
El gasto medio por turista y día más alto se dio también el año pasado en torno a junio y julio: 1.540 euros . Datos similares, en cuanto a «picos» de visitas y de gasto, se dieron también en torno a junio y julio en los años 2018 y 2017.
En un reciente encuentro virtual entre los responsables de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid y el World Travel and Tourism Council, para tratar sobre la situación del sector, el presidente de los hoteleros madrileños, Gabriel García, ponía el acento además en otra realidad: «El cierre forzoso decretado por el Gobierno a raíz de la crisis del Covid-19 ha generado enormes pérdidas en el sector», lo que a su juicio hace imprescindible «prolongar los ERTE , ya que, si no hay demanda, es un castigo que los establecimientos asuman todos los gastos que conllevan su reapertura sin obtener ingresos». El Gobierno central ha escuchado esta petición y aprobó hace sólo unos días la prolongación de los mismos hasta el 30 de septiembre, dando un cierto respiro al sector.
Para recuperar la actividad, explicó García, se está trabajando en reforzar la colaboración entre la empresa privada y pública, para crear un fondo destinado a estudiar un plan de choque inteligente que consiga poner en funcionamiento al sector.
Ocupación del 21,11%
Los datos de los hoteleros coinciden con los que manejan desde la consejería de Cultura y Turismo, que dirige Marta Rivera de la Cruz. En este sentido, las cifras oficiales hablan de una media de ocupación en Madrid capital en la actualidad de un 21,11 por ciento. Una cifra paupérrima, en todo caso, pero que supone ya doblar la que se «sufrió» durante la fase 1 de la desescalada, en que rondaba el 10 por ciento.
En esta consejería estiman que la situación podría mejorar después del verano, cuando el porcentaje de ocupación se incrementará en la medida en que se recupere el turismo de negocios, ferias y congresos. Éste es uno de los puntos fuertes de Madrid y por ello se espera con auténtica ilusión la vuelta a la actividad lo más normalizada posible de Ifema , uno de los principales organizadores de ferias, eventos y congresos del país.
Mención aparte merece el turismo dirigido a destinos de sierra, que tras el largo confinamiento ha experimentado un importante incremento. Tanto las invitaciones al turismo interior como la incertidumbre sobre la situación internacional están empujando a muchos madrileños y españoles de otros puntos del país a decantarse por lugares vacacionales de interior. Y, en Madrid, la Sierra Norte ha disfrutado de una ocupación completa los fines de semana y una alta demanda en días laborables. El segundo destino favorito para este año están siendo las localidades de la Sierra Oeste.
Y, si junio ha sido espléndido en estos puntos, las previsiones para los meses de julio y agosto son igualmente favorables. De hecho, todo apunta a que la ocupación en estos destinos continuará durante el mes de septiembre, probablemente hasta el inicio del curso escolar.
«Llega tarde»
El Gobierno central ha puesto también en marcha un Plan de Turismo con medidas de estímulo y dotado con 4.200 millones de euros a nivel estatal. Desde la Asociación Madrileña de Hoteleros lo valoran positivamente pero creen que «llega tarde» e «incluye medidas que no están del todo desarrolladas, son insuficinetes y no lograrán ni impulsar la reactivación del turismo, ni mantener la supervivencia del sector hotelero».