Sucesos
Un recluso la emprende a dentelladas y hiere a tres funcionarios de prisiones de Aranjuez
Es el segundo incidente de este tipo en menos de un mes, denuncia Acaip. El sindicato alerta del incremento de los ataques a mordiscos en las cárceles mientras el Gobierno les excluye del protocolo de agresiones
![Un funcionario de prisiones agredido por un recluso, en una imagen de archivo](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2015/10/25/agresion-funcionario-prisiones--620x349.jpg)
Ocurrió el pasado 20 de marzo en la prisión Madrid IV (Aranjuez) . A las 10.30 horas un preso que se encontraba en el módulo 6 se negó a subir a su celda, tal y como lo indicaba su baja médica. El sujeto, violento y peligroso, comenzó a proferir gritos. « Me están envenenando en la enfermería », vociferaba. Su intención era soliviantar al resto de reclusos para que le secundaran. Ante lo caldeado del ambiente, varios funcionarios decidieron conducirlo a aislamiento.
Entonces, el reo, resistiéndose, comenzó a autolesionarse en una muñeca, mientras amenazaba a los trabajadores. « Pronto saldré en libertad y os vais a enterar », explica José Manuel Bretón, delegado de la Agrupación de de los Cuerpos de Administraciones Penitenciarias (Acaip).
Acaip denuncia que es el segundo incidente de este tipo que se produce en esa cárcel en menos de un mes
Una vez fuera del módulo, arreciaron los insultos y el tono de las amenazas del preso, quien, fuera de si, la emprendió a dentelladas con el personal que lo trasladaba, lográndolo con uno de ellos. Al funcionario le mordió el dedo índice de la mano derecha y no lo soltaba: lo mantenía dentro de la boca como un perro de presa. Cuando la víctima logró zafarse de su agresor, este comenzó a dar puñetazos, codazos y a escupir a sus compañeros, alguno de los cuales acabó en el suelo.
Tres funcionarios resultaron heridos: uno, por los mordiscos que recibió a pesar de llevar guantes; otro, por golpes en la nariz y en el pómulo, y el último, en codos y rodillas.
Acaip denuncia que es el segundo incidente de este tipo que se produce en esa cárcel en menos de un mes. En este caso, al funcionario, que no tenía puestos los guantes, se le está aplicando el protocolo por accidente biológico para detectar si ha sido contagiado por el VHS o por otra enfermedad, ya que hubo contacto con la saliva del atacante. Esto implica realizar análisis periódices preventivos cada 3 y 6 meses, hasta que pase un año.
Concentran el 60% de las agresiones
«Las agresiones a mordiscos están aumentando en las prisiones últimamente, no sólo en Madrid, sino en todo el país», precisó a ABC Bretón, portavoz de Acaip. Es más difícil fabricar armas blancas caseras, como pinchos, por lo que los reos atacan al funcionario con sus propios dientes en la zonas que tienen a su alcance, como brazos y manos, indicó.
Bretón criticó que el número de agresiones a trabajadores públicos crezca cada año, mientras desciende la población privada de libertad. Una de las causas, apuntó, es la «grave falta de personal», ya que hace casi un lustro que no se convocan oposiciones, mientras se crean otros no contemplados en la relación de puestos de trabajo. Todo ello hace que cada vez que se produce un incidente de este tipo sea menor el número de trabajadores disponibles para subsanarlos, incidió. «Antes había 3 y 4 funcionarios en cada módulo y ahora 1 o 2 a lo sumo».
«Parece que va incluido en el sueldo que se nos ataque a los funcionarios de prisiones»
Bretón
portavoz de Acaip
Además, Acaip denunció que mientras esto sucede, el Gobierno central ha excluido al colectivo de Instituciones Penitenciarias del protocolo contra agresiones en el ámbito la Administración del Estado, cuando es en el que se concentran la mayoría de ellas (60%) y las de mayor gravedad. «Parece que va incluido en el sueldo que se nos ataque a los funcionarios de prisiones», concluyó.
En 2013 se registraron 329 agresiones –un 50% más que hace una década–, y hubo 489 heridos. En 2014 las cifras aumentaron, si bien no se dispone de cifras, que recaban los sindicatos. La administración engloba estos episodios en «accidentes».