Puente de Vallecas

Una menor raja la oreja a un vecino tras reprenderle por la música alta

La adolescente, de solo 14 años, utilizó un cuchillo de cocina contra su víctima, al que acusó de empujarla

Lugar del suceso googlemaps
Carlos Hidalgo

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Hay disputas vecinales que acaban en gritos, otras en puñetazos y algunas, solo algunas, con una oreja casi arrancada a cuchilladas. Esto último es lo que ocurrió hace unos días en un bloque de viviendas del distrito de Puente de Vallecas. Un hombre de 42 años acabó en el hospital con el pabellón auditivo medio colgando . Y una adolescente detenida por la agresión.

Todo empezó la madrugada del 5 de marzo, fin de semana, sobre las 00.40 horas. La sala del 091 recibía la llamada de un vecino que alertaba de una reyerta en la segunda planta del número 3 de la calle de Castalia de Vallecas , muy cerca de la avenida de la Albufera.

Los agentes se personaron rápidamente en el lugar y se entrevistaron primero con los residentes del piso situado en la letra C. Una joven indicó que había llegado a casa con su hermana, de 14 años, y una amiga, y que pusieron músi ca . Pronto, los vecinos de la puerta de al lado, del 2ºB, empeazon a aporrearles la puerta, abrieron y les gritaron para que bajaran el volumen. «Vale, así lo haremos», respondieron las chicas, y cerraron.

Sin embargo, al cabo de un rato, los residentes molestos, una pareja y otro hombre, volvieron a llamarles la atención, con insultos incluidos, siempre según la versión de las protagonistas más jóvenes. El mayor de todos, de 42 años y español como todos los intervinientes en la trifulca, se encaró con la adolescente, a la que golpeó , dándole un empujón en el pecho. La propia menor relató este último detalle a los policías del distrito.

Fruto de este encontronazo físico, la chiquilla, presuntamente, tomó un cuchillo de cocina y le rajó una oreja a su vecino , al que los servicios de emergencias tuvieron que trasladar con celeridad al Hospital Gregorio Marañón. Allí, los médicos le practicaron varios puntos de sutura, para que no perdiera la oreja.

Cuchillo ensangrentado

Los investigadores hallaron la supuesta arma blanca, ensangrentada, en el descansillo de la planta del edificio. Tenía restos de la víctima, y el cuchillo ha sido adjuntado al atestado policial. En la discusión, para mediar, también intervinieron residentes de otros pisos del bloque, precisaron a ABC fuentes del caso.

Fruto de lo ocurrido, la Policía Nacional arrestó a la adolescente, que hacía apenas dos meses que había cumplido los 14 años . Si no hubiese tenido esa edad, habría sido inimputable penalmente, según lo establecido por la legislación española. El Grupo de Menores de la Jefatura Superior de Policía de Madrid (Grume) se hizo cargo de ella y la Fiscalía competente la dejó en libertad, al no tener antecedentes, pero investigada por un presunto delito de lesiones.

No es la primera vez que una disputa por un asunto manifiestamente baladí termina con sus protagonistas en el hospital. No hay más que recordar lo sucedido en 2012, también en Vallecas, cuando dos residentes de la misma finca acabaron a bastonazos y puñetazos a cuenta de la gestión del presidente de la mancomunidad.

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