Prisión sin fianza para el asesino de Grindr

Tras ser extraditado desde Argentina, será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Nacional

La Policía Nacional conduce a Julián Ovejero tras su detención CNP

C. H.

El Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid ha decretado este martes prisión sin fianza y comunicada para Julián Ovejero, el joven de 24 años que presuntamente quitó la vida a un varón en su domicilio de Carabanchel en febrero de 2018.

Fuentes jurídicas señalan a ABC que, el jueves, tras su extradición desde Argentina a España , pasó al Juzgado número 24 de la capital, en funciones de guardia de diligencias, que derivó el asunto al número 33, el encargado del proceso desde el inicio.

Al conocido como el asesino de Grindr (por haberse citado con el finado a través de esta aplicación), se le imputa un delito de homicidio, aunque podría modificarse a medida que avance la instrucción. Está previsto que sea juzgado por un jurado popular cuando el asunto sea derivado a la Audiencia Nacional.

La investigación, llevada a cabo por el Grupo V de Homicidios apoyada por la Brigada de Policía Científica, consiguió determinar la identidad del autor de los hechos, pero el joven se había fugado a su país natal Argentina. Estudiaba interpretación en Madrid.

Tras realizar varias pesquisas, fue detenido, a través de la Policía Nacional e Interpol, en un pequeño pueblo, La Bombilla, en San Miguel de Tucúman (Argentina), su localidad natal . No había variado casi en nada su aspecto físico, que era muy parecido al de su ficha policial.

Está acusado de ser el asesino del Grindr, la persona que acabó con más de 40 puñaladas con el joven portorriqueño Najuzaith Zahell Díaz, de 35 años, en su vivienda de Carabanchel. Habían quedado a través de la red social para tener un contacto.

De hecho, el rastro de sus perfiles en internet y de sus allegados también fue esencial para ahora echarle el guante. Una pieza fundamental en la resolución fue su actual pareja, que no tiene relación alguna con el crimen. Durante estos tres años, e l encartado había pasado por Bolivia, para volver a su país , escondiéndose en distintas viviendas entre Tucumán y Buenos Aires. No le constaban registros bancarios ni en la Seguridad Social. Era como un fantasma.

Al criminal se le seguía la pista casi desde ese 22 de febrero de 2018, puesto que había dejado no solo su rastro de ADN, sino su perfil en Grindr e incluso se le veía en las cámaras de seguridad la noche de autos. Fue poco cuidadoso en el asesinato, al fin y al cabo.

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