Primer día de uso obligatorio de mascarillas en Madrid: «Las terrazas no deben ser una excusa para no llevarla»
«Siendo obligatoria, los ciudadanos la van a utilizar sin pretexto ninguno y nos ayudará a nosotros», señala un hostelero en la primera jornada de obligatoriedad de la mascarilla en las terrazas
El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) ha publicado este jueves la norma por la que se hace obligatorio el uso de la mascarilla en todo la región , que asegura «se configura, por tanto, como una obligación adicional y no alternativa a la observancia de la distancia de seguridad interpersonal, salvo en los supuestos expresamente exceptuados».
El uso obligatorio de las mascarillas en todos los supuestos, aun cuando se respete la distancia de seguridad interpersonal, es una de las principales medidas para evitar la propagación de la enfermedad por parte de las personas infectadas asintomáticas que no son conocedoras de su contagio, según ha defendido Ejecutivo madrileño.
En este sentido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida , ha indicado que la sanción básica por no llevar mascarilla en la ciudad de Madrid rondará los 100 euros. «Nos ampararemos en la ley de Salud Pública, donde se establece un régimen sancionador», ha apostillado.
Con este escenario, hay diferentes puntos de vista. « A mi parecer la gente ya estaba bastante concienciada por el hecho de que en Madrid la crisis del Covid ha pegado bastante fuerte, con muchos contagios y fallecidos. No he visto a demasiada gente sin mascarilla cuando no era obligatoria», apunta un madrileño la salida del Metro. «Creo que en general se estaba llevando pero había gente que no lo hacía, esta medida va a hacer que la gente se lo piense dos veces », defiende otro sentado en una terraza de un bar.
Otra mujer piensa que «siendo una población tan grande, hay que extremar las precauciones». Esta ciudadana critica que «en las terrazas, la gente aprovecha para quitarse la mascarilla» y advierte de que «las terrazas no deben de ser una excusa para no llevarla» . Otro residente de la capital, apoyado en la barra de un bar, considera que «es un poquito incómoda, pero debes ponértela».
Uno de los sectores que aplauden esta medida es el de la hostelería, puesto que se sienten más protegidos. «Al principio le costaba a la gente ponérsela cuando entraban al servicio o a comprar tabaco, pero ahora siendo obligatoria los ciudadanos la van a utilizar sin pretexto ninguno y nos ayudará a nosotros », sentencia un camarero.
