Rommy Arce desata la polémica en Arganzuela
PP y Cs acorralan a Carmena tras la cesión de un local municipal en apoyo al régimen sandinista de Nicaragua
La oposición llevará una moción de urgencia al pleno del próximo martes para que Ahora Madrid condene la represión de Ortega en Nicaragua
La cesión de un espacio municipal en Arganzuela para celebrar un acto en favor de la revolución sandinista de Nicaragua, de la que dio cuenta ayer ABC en exclusiva, ha reabierto la herida entre la concejal del distrito, Rommy Arce , y la alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena. Desde el Consistorio echan balones fuera al afirmar que el acto no implica «apoyo institucional», un alegato que señala directamente a la edil anticapitalista como «única» responsable de amparar, dentro de las competencias municipales que Ahora Madrid posee en la capital, un coloquio marcado por la presencia intimidatoria de radicales y el apoyo al régimen de Daniel Ortega de los embajadores de El Salvador, Venezuela y Cuba.
Los grupos de Ciudadanos y PP en el Ayuntamiento anunciaron ayer que presentarán en el pleno del próximo martes una moción de urgencia para exigir al hemiciclo municipal la condena de la violencia que asuela el país centroamericano, con un negro balance de más de 350 muertos y 1.800 heridos desde que, hace tres meses, se desataran las protestas contra el Gobierno sandinista, duramente reprimidas.
Fuentes del partido naranja señalan a este periódico que pedirán, una vez aprobada la urgencia -para lo que resultará necesario el apoyo de al menos otro de los grupos, sea el PSOE o Ahora Madrid-, que la votación sobre Nicaragua se realice a mano alzada . Su portavoz, Begoña Villacís, cargó ayer contra el Gobierno de Ahora Madrid del que dijo que «se está demostrando sanguinario». «El resto del mundo se ha posicionado del lado de la gente que está siendo asesinada, mientras que las únicas personas que se están poniendo del lado de los asesinos vuelven a ser aquellas que ya hicieran lo mismo con Venezuela y otros regímenes dictatoriales», añadió.
El portavoz popular, José Luis Martínez-Almeida, hizo hincapié en que la respuesta de la oposición servirá «para tener ocasión de saber si Manuela Carmena está del lado de Rommy Arce o de los derechos humanos ». A su juicio, «el Gobierno vuelve a mostrar su lado más extremista cediendo un local municipal, pagado con los impuestos de todos los madrileños, para un acto en defensa del gobierno sandinista»; y, en la misma línea que su homóloga de Ciudadanos, criticó que un Ayuntamiento «que hace gala de defender los derechos humanos» defienda también a un régimen «que suma ya más de 300 muertos».
Apoyo necesario del PSOE
Desde el PSOE, por su parte, recuerdan al resto de la oposición que su grupo lleva tiempo «condenando la situación de violencia en Nicaragua» y esperarán a conocer el contenido de la moción para tomar partido. «Hasta el día de hoy, ninguno de los grupos se ha puesto en contacto con nosotros», revelan fuentes socialistas, aunque remarcan que, en casos de este tipo, suelen «ser bastantes flexibles».
El acto fue organizado por la Plataforma de Solidaridad con Nicaragua y el Frente Sandinista, que, además del Partido Comunista de Madrid -encargado de solicitar a la junta de Arganzuela el espacio-, cuenta con el apoyo de Izquierda Unida, Partido Comunista de los Pueblos de España, Red Roja, Izquierda Castellana, Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba y la Plataforma Bolivariana de Apoyo a Venezuela, entre otras organizaciones y colectivos de extrema izquierda.
Pese a que desde el Ayuntamiento se apresuraron ayer en señalar que Rommy Arce «no acudió al acto ni estaba invitada», fue la propia concejal, quien, a través de un comunicado de la corriente Anticapitalistas, se desmarcó de sus «invitados» y «condenó la represión y la deriva autoritaria del gobierno de Ortega, así como su alianza con el capital». «No queda ninguna razón para apoyar a un gobierno que no representa en absoluto las aspiraciones socialistas de la Revolución Sandinista», reza parte de la carta. Un mensaje radicalmente opuesto al que se escuchó en el local municipal que ella misma cedió tan solo un día antes.
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