El PP no asistirá a la comisión que investiga a Botella y Gallardón

El próximo miércoles 4 de mayo se constituirá la comisión de investigación con la que el Ayuntamiento de Madrid trata de analizar la gestión y el origen del endeudamiento de la capital durante los últimos 12 años. Esta iniciativa, impulsada por el PSOE y Ahora Madrid y apoyada por Ciudadanos en el Pleno del 30 de marzo, no contará con la participación del grupo municipal popular –para la Administración local, no existe la obligación de comparecer o asistir a una comisión no permanente–.

Como explicó ayer el portavoz adjunto del PP, Íñigo Henríquez de Luna , en la sede de los grupos municipales, se trata, a su juicio, de «una causa general y una cacería contra el PP; es una enmienda a la totalidad a la gestión que hemos hecho en los 26 años de gobierno en el Ayuntamiento». El edil afirmó que su partido será «el primero» en actuar contra la corrupción ante cualquier caso o irregularidad que se manifieste; pero en los últimos años, añadió, «no ha habido ningún caso que se conozca». El equipo de gobierno y sus aliados socialistas tienen previsto poner la lupa sobre los supuestos agujeros de Mercamadrid , Madridec –quebró en 2013–, la Empresa Municipal de la Vivienda del Suelo, la Caja Mágica y Madrid Calle 30.

La comisión de investigación calcula tener terminadas sus conclusiones en diciembre de 2018 , «es decir, unos meses antes de las próximas elecciones municipales y autonómicas», apostilló el concejal del PP.

Se van a investigar las actuaciones desde 2003 hasta 2015. Algunos de los políticos que actualmente tienen un escaño en el Palacio de Cibeles estaban en la oposición entonces, supuestamente controlando al gobierno. Es el caso de Jorge García Castaño (2011-2015 por IU), de Ahora Madrid, o del socialista Ramón Silva (2003-2011), quien además fue presidente de la Comisión de Vigilancia de la Contratación.

«Entonces ¿el PSOE no ha hecho su trabajo durante todos estos años? ¿No se enteraban de nada?», se preguntaba Henríquez de Luna. El edil considera que se trata de una artimaña para crear «una cortina de humo que tape la ineptitud y la ineficacia para resolver los problemas de los madrileños».