El PP-M no «arrinconará» a Vox; teme más que gobierne Podemos
Los populares pelearán su espacio electoral como líderes del centro-derecha,y afirman: «Nos preocupa más dónde está el comunismo que dónde está Vox»
![Reunión de la dirección del PP de Madrid](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2018/12/04/direccion-pp-regional-k9HE--1248x698@abc.jpeg)
El PP de Madrid no está tan preocupado por el crecimiento de Vox como por Podemos. Eso dicen, al menos, desde su dirección regional, donde no piensan «dejar arrinconado» al partido de Santiago Abascal. Aún marcando distancias –«en Madrid partimos de liderar el centro-derecha»–, reconocen que «en muchas cosas coincidimos» y no ven inviable el diálogo con ellos . De hecho, un escenario hipotético con un Vox ganando terreno en la Comunidad de Madrid no les preocupa tanto como un Gobierno PSOE-Podemos.
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«Que Errejón gestione la Sanidad o la Educación de Madrid sería lo peor», afirma la portavoz del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso . Temen que eso podría acarrerar decisiones como «acabar con la educación concertada, con la libertad de horarios o con la elección del tipo de sanidad que uno quiere». De ahí que afirme categória: «Nos preocupa más dónde esté el comunismo que dónde esté Vox , al que al menos en Andalucía, muchos votantes nuestros se han ido. El problema está enfrente».
Díaz AyusoS: «No nos parece bien que unos decidan qué es o no extremo. ¿Es extremo Podemos? ¿Y los socios de Pedro Sánchez?»
Los populares madrileños se han marcado como primera tarea analizar qué ha pasado en Andalucía : de dónde exactamente ha arañado Vox esos cerca de 400.000 votos. Luego, se abren a un posible diálogo con ellos porque, como explica Díaz Ayuso, «no nos parece bien que unos decidan qué es o no extremo. ¿Es extremo Podemos? ¿Y los socios de Pedro Sánchez?».
El líder de Vox parte con una ventaja: muchos en el PP le conocen y le trataron en los tiempos duros de su militancia en el PP en el País Vasco , cuando «a los caballos de su padre los marcaban los proetarras como en la Alemania nazi, y él tenía que hacer los exámenes de la facultad con el escolta al lado», recuerda la portavoz popular.
No obstante, tampoco renuncian los populares a frenar la carrera del nuevo partido conservador:la subida de Vox «no tiene por qué repetirse», afirmaba ayer el presidente popular, Ángel Garrido, porque «cada elección y cada momento es distinto». Por eso, apostaba por trabajar por recuperar a estos votantes.
Un concejal vital
El papel que vaya a tener Vox en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo en Madrid es todo un misterio. Pero los precedentes son inquietantes para el resto de formaciones del arco conservador. En el PP no han olvidado que en mayo de 2015, la candidatura que encabezaba Esperanza Aguirre se quedó a apenas 8.000 votos de obtener el concejal número 22, que habría podido suponerles mantener el Gobierno de la capital. Vox obtuvo en esos comicios 9.867 votos, un 0,6 por ciento del total de los emitidos.
En la Comunidad, la candidatura que presentó Abascal obtuvo 37.491 votos, un 1,18 por ciento. Muy lejos de obtener representación, pero vista su evolución en Andalucía, esto podría cambiar y complicar las posibles alianzas futuras en la Asamblea madrileña.
En algunos sectores del PP madrileño entienden que Vox puede haberse quedado con una parte de su electorado – «el del aguilucho, que no éramos capaces de contentar» , como ilustrativamente explicaba un dirigente regional– que hasta ahora no terminaba de encontrar su lugar en el PP, y cuyas posturas hacían sentirse algo incómodos a los responsables populares.
Candidatos, pronto
Falta por desvelar una incógnita de peso entre los populares: quiénes serán los cabezas de lista en la Comunidad y en el Ayuntamiento de la capital. Pablo Casado hablaba ayer de comenzar a desvelar nombres esta misma semana, pero parece que Madrid no sería de las primeras comunidades en saber quién representará a los populares el 26 de mayo.
De quiénes sean elegidos dependerá, entre otras cosas, la estrategia que se siga en los próximos meses en torno a Vox: si se buscará una «entente cordiale», o tratar de disputarle votos en su terreno, aún a riesgo de alejarse peligrosamente del centro, donde Ciudadanos intenta ganar espacio.