Cartas a la alcaldesa

La plaza

Los vecinos argumentan que ese sitio es urbano, y ahí está su grandeza

Plaza Mayor de Madrid ABC

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Cunde por ahí que quiere usted ponerle floristería a la Plaza Mayor, de aquí a cuatro tardes. O sea, alcaldesa, que tienen en el Ayuntamiento la idea de que esa gran plaza sea ajardinada . Ya vamos viendo que aquí todo se arregla poniendo una bicicleta o un pinabeto, que es a menudo el mejor modo de desarreglarlo todo. Qué quiere usted que le diga, esto de cruzar la Plaza Mayor con un herbolario yo no lo veo, sinceramente. Ni yo, ni los vecinos en mayoría, ni tampoco algunos historiadores de vitola, que argumentan que ese sitio es urbano, y ahí está su grandeza. Eso, y que la plaza sirvió y sirve para acontecimientos de espacio abierto , sin ningún estorbo, desde el aniversario reciente del lugar, que ha cumplido 400 años, hasta la celebración de los mercados navideños, que es el otro cumpleaños del enclave histórico, y turístico. La plaza anuda la solemnidad arquitectónica y el tapeo de catálogo, y tiene diez accesos de soportal, como diez troneras que desaguan en los alrededores de turistas o castizos, entre la Puerta del Sol y la Plaza de la Villa.

Diríase que en la plaza siempre es domingo, por esa cosa quieta y festiva que la plaza tiene, y porque vive fuera de los calendarios, como todo gran monumento. Es la plaza una eternidad que ofrece muchas terrazas. O sea, mucha vida del momento. De modo que está muy bien como está , y no sé yo si quien ha llegado a la conclusión de que procede la inauguración ahí de un bosque tiene idea de lo que la Plaza Mayor fue, y ha sido.

Por supuesto, hay una Plaza Mayor de día y otra plaza distinta, en la noche, como la ciudad misma. En la noche, la Plaza Mayor coge un aire cinematográfico, irreal casi, donde la memoria se cruza con la ensoñación. Puede oír uno, inquietantemente, sus propios pasos, según la deshora. Ya en el día, las parejas se aman brindando con cerveza, los jubilados de provincias hacen gira, y los críos cumplen su recreo jubiloso por la zona, si se va atisbando la Navidad. De modo que el sitio va único y soberbio tal y como está, sinceramente. Insuperable, alcaldesa. No sé a quién se le ha ocurrido el plan ocioso de arruinar el monumento con un plano de arboristería .

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