Los pisos turísticos regresan al «hotel» ilegal de Príncipe, 15
Un vecino denunciará hoy el anuncio de casas en Airbnb después de suspenderse la orden de precinto municipal
Las sospechas se han confirmado en el menguante vecindario de la calle del Príncipe, 15, (en el distrito de Centro). Menos de cuatro meses después de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 34 de Madrid decretase la suspensión cautelarísima de la orden dictada por el Ayuntamiento de precintar las 39 viviendas que, desde julio de 2018, funcionaban como apartamentos turísticos –pese a tener una resolución en vigor de cese y clausura–, la actividad ha vuelto en al menos dos de ellas.
En aquel auto, dictado el pasado 12 de octubre, la magistrada justificaba la medida después de comprobar que la empresa recurrente (Likehomemadrid Renting Apartments in Center S. L.) no sólo ya no ostentaba «la posesión de los apartamentos, habiendo cesado en su explotación», sino que los mismos habían sido « dados de baja como tales ante el organismo autonómico competente», por lo que la aplicación del precinto carecía de sentido.
El escrito, no obstante, reflejaba la existencia de una orden de cese y clausura impuesta a la recurrente, que es «firme y consentida, y que debe cumplirse». Una circunstancia que, según los residentes afectados, ha sido aprovechada por la propiedad –la inmobiliaria Mucor– para desvincularse de Likehomemadrid y volver a arrendar los pisos con fines turísticos a través de terceros. Por ello, uno de los moradores presentará hoy una denuncia en la Agencia de Actividades (ADA) tras descubrir que uno de los apartamentos se promociona en la plataforma Airbnb.
«Acogedor dúplex con balcón a la calle principal, iluminado y espacioso. Está diseñado para tener la comodidad y el descanso que necesitas para disfrutar del centro de Madrid con tranquilidad», se puede leer en el anuncio, que presenta un precio por noche de 84 euros más 29 por gastos de limpieza. «Llevamos desde navidades viendo entrar a turistas», explica el denunciante, consciente de la dificultad para demostrar este fin: «No ponen la dirección, pero a través de las fotos me di cuenta que eran los mismos pisos».
Dado el volumen de personas que transita por las zonas comunes, los vecinos creen que son más los apartamentos que se alquilan bajo este régimen: «La cartera ya nos ha dicho que es imposible entregar la correspondencia en la mayoría de puertas». De las tres plantas que tiene el edificio, solo en la última residen personas de manera permanente. En las otras dos, las casas están vacías, con alquileres temporales y, ahora de nuevo, destinadas al hospedaje turístico.
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