Piden 21 años de cárcel para el guardia civil que mató a tiros a un marroquí por una discusión de tráfico
El acusado le disparó con su arma reglamentaria y, cuando su víctima cayó desplomada al suelo, le remató al suelo con otro tiro en la sien
![Piden 21 años de cárcel para el guardia civil que mató a tiros a un marroquí por una discusión de tráfico](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2017/04/18/marroqui-guardia-civil-fotos3-k3pE--620x349@abc.jpg)
La Fiscalía de Área de Alcalá de Henares pide 21 aós de prisión para el guardia civil, Ángel Luis Viana Jiménez , quien en abril del año pasado tras provocar un incidente de tráfico con un ciudadano marroquí en la localidad de Fuentidueña del Tajo, le disparó con su arma reglamentaria y, cuando su víctima cayó desplomada al suelo, le remató a metro y medio de distancia con otro tiro en la sien.
El guardia civil, de 31 años , actuó de la manera más fría posible contra su víctima. Fuentes de la investigación indicaron entonces que fue él quien provocó el accidente que desencadenó en una discusión de tráfico entre dos conductores pero que acabó en un reguero de sangre.
Viana, que llevaba seis días de baja por una lumbalgia, había salido de Arganda del Rey, donde reside su padre (también guardia civil) y conducía un BMW cuando, a la altura del kilómetro 67, sacó de la carretera el Opel Zafira que llevaba Younes S., marroquí de 39 años. Los investigadores trabajan con esa hipótesis y añaden que, a raíz del incidente, ambos comenzaron a discutir. La secuencia de los hechos fue, supuestamente, la siguiente: Ángel Luis se apeó del coche, cargó su Beretta oficial y Younes echó a correr durante 50 metros. Le descargó cerca de una docena de tiros, de cintura para abajo. La víctima se desplomó sobre el asfalto.
No contento con la barbaridad que acababa de hacer, el guardia se acercó al marroquí, que estaba boca abajo, le levantó la cabeza y, al ver que aún respiraba, le metió un tiro en la cabeza , a quemarropa. Luego, se sentó en la mediana de la carretera y esperó a que llegaran sus compañeros para detenerle.
Cuando lo hicieron, de manera espontánea, manifestó : «Antes de que un moro de estos nos reviente de un bombazo, lo reviento yo». Como adelantó este periódico, portaba una catana en una funda «que le ocupaba toda la espalda», precisaron fuentes policiales.
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