El pederasta más peligroso de España, condenado a 300 años de cárcel

Dumitru R. N. abusó sexualmente, al menos, de una veintena de niñas de entre 2 y 13 años y distribuyó las imágenes pedófilas en una red de internet

Dumitru R. N., el condenado

Carlota Barcala

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Abusó sexualmente de más de una veintena de niñas, de entre 2 y 13 años, y distribuyó imágenes sexuales de las víctimas en una de las mayores redes de pedofilia de Europa. Dumitru R. N. está considerado como el pederasta más peligroso de España y se le dio caza en julio de 2018. Ahora, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a casi 300 años de cárcel por abusos sexuales a menores y elaboración y distribución de pornografía infantil .

Los hechos se remontan al 17 de julio de 2018, día en que la Interpol tuvo conocimiento de la distribución de vídeos a través de una «de las redes pedófilas más peligrosas» en las que estos monstruos sexuales «intercambian consejos para evitar ser detectados por la Policía». Dumitru, tal y como se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso ABC, había creado en ella una serie en la que se le observaba realizando actos sexuales con menores de edad . Llevaba actuando al menos nueve años.

En los vídeos que él mismo distribuía se veía su rostro o tatuajes, y las caras de algunas de las víctimas, todas ellas de habla o ascendencia rumana . Ponerle los grilletes no fue tarea complicada: dos días después, y tras analizar el material, la Policía descubrió que las imágenes estaban rodadas en su propio domicilio de Colmenar de Oreja, por lo que se procedió a detenerlo. En la vivienda encontraron torres de ordenadores, tarjetas de memoria, tabletas digitales y cámaras de fotos. Además, el depredador también había grabado desde el dormitorio de su hija menor. «En el material intervenido se encontraron numerosos archivos con fotografías y vídeos relativos a menores en claros y explícitos comportamientos sexuales, siendo algunos de ellos especialmente degradantes y vejatorios », recoge el fallo, que relata las prácticas con penetración sexual a las que sometió a las niñas.

Este rumano, casado y con hijos, había perfeccionado su 'modus operandi'. Se ganaba la confianza de los padres de las víctimas, algunas de las cuales eran conocidas de sus hijos, y los convencía para ser él el encargado de llevarlas y recogerlas del colegio . Era en esos intervalos cuando Dumitru agredía o abusaba sexualmente de ellas. Solo en el material intervenido, entre los años 2012 y 2018, se ha podido constatar las violaciones a al menos 24 menores tanto en su vivienda como en las de las víctimas u otros lugares. Algunas de ellas no han podido ser identificadas.

Durante el juicio, los investigadores del caso Balrog -llamado así por el nombre de las criaturas demoníacas que Tolkien plasma en sus obras y en 'El Señor de los Anillos'- manifestaron que era uno de los más graves de pedofilia al que se habían enfrentado, tanto por el número de víctimas sexuales como por la cantidad de imágenes de pornografía que atesoraba. En algunos vídeos, según los agentes, aprece desnudo el propio hijo pequeño del ahora condenado, recoge Europa Press.

Supuesta adicción al alcohol

Por su parte, sentado en el banquillo de los acusados, él reconoció los hechos pero trató de aferrarse a una supuesta adicción al alcohol para rebajar la pena. De nada le sirvió. El fiscal subrayó que los informes forenses no apreciaron «ninguna patología psíquica con incidencia o alteración de sus facultades cognoscitivas y volitivas ni afectación en relación a los hechos enjuiciados».

Los magistrados de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial lo condenan por seis delitos continuados de elaboración y distribución de pornografía infantil, ocho delitos de elaboración y distribución de pornografía infantil, cuatro delitos continuados de abuso sexual con penetración, dos delitos continuados de abuso sexual sin penetración, tres delitos de abuso sexual con penetración , cinco delitos de abuso sexual sin penetración, un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil y nueve delitos de descubrimiento de secretos, con la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de confianza en los delitos cometidos sobre seis menores. Sin embargo, de los 300 años de condena, Dumitru solo estará 20 tras las rejas, tiempo máximo de cumplimiento efectivo fijado.

Además de las correspondientes indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil a algunas de las víctimas -que oscilan entre los 20.000 y los 10.000 euros, y entre los 3.000 y los 2.000 euros para cada uno de los padres- en el fallo se decreta el comiso del material informático incautado que contenga archivos de pornografía infantil, así como la imposición al ahora condenado del pago de las costas procesales causadas.

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