Parroquia Nuestra Señora del Carmen: la perla escondida de Pozuelo

Pozuelo es un microcosmos religioso . Cerca de 90.000 habitantes, seis parroquias. No hay población en Madrid, en España, en Europa, que mantenga el sentido religioso como Pozuelo y aledaños. Nivel alto de práctica, por encima de cualquier media. Clases altas, clases medias y clases bajas. Familias numerosas y gente de toda la vida que no ha dejado de ser de toda la vida. Continuidad histórica pese a los procesos de secularización . ¿Por qué será? Y, en el Barrio de la Estación, en medio de unas edificaciones que ocultan el templo parroquial, está ubicada la perla de Pozuelo. Porque la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, calle San Antonio, 2, es una joya escondida . No solo por su belleza, equilibrio y serenidad interior. También por la apasionante vida que aquí se palpa. El imponente retablo de esta Iglesia, junto con el altar, obras de Félix Granda, año 1920, procede del Convento de las Madres Reparadoras de Chamartín de la Rosa. Lo único que le falta, por cierto, es el sagrario que hoy está en la vecina parroquia de Santa María de Caná.

Irene y María son dos jóvenes que, este año, por primera vez se han apuntado de monitoras del campamento en la parroquia . Un lugar común en estas fechas. Pero tanto Irene como María, María como Irene, hablan de su parroquia como su casa, de los domingos en las misas abarrotadas, de un templo en el que se reparten setecientas comuniones en una celebración de fiesta mayor. María e Irene entienden que la parroquia es como su casa y que su vida está ligada a esta comunidad, que es comunidad de comunidades. Porque, entre otras razones, Pozuelo no se entendería sin la presencia de los religiosos y las religiosas. En esta localidad madrileña hay 29 comunidades religiosas, es decir, un minivaticano , más la presencia de los nuevos movimientos y realidades, entre otras, la Prelatura del Opus Dei. Solo en el término de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen nos encontramos el Colegio San José de Cluny, el Colegio de los Padres Escolapios, la Casa de Espiritualidad Emaús, de los Padres Oblatos de María Inmaculada, las Franciscanas del Colegio del Buen Consejo y las Hijas de la Caridad, con su impresionante proyecto de la Casa Acogida Hogar . Además, los sacerdotes de esta parroquia atienden cuatro residencias de ancianos. Es decir, un buen plan de vida y de celebraciones. Así es Pozuelo de Alarcón, un espacio religioso único.

Pozuelo no sería Pozuelo sin la historia. Y sin el trabajo de un grupo de sacerdotes que, coordinados con los religiosos, dan vida a la vida. El párroco de Nuestra Señora del Carmen, Jesús Mateos , es todo vitalidad, todo ganas de servir a los fieles. Está ahora acompañado por el sacerdote de Camerún y estudiante, José Essindi, y por el diácono Jesús Torres. La parroquia tiene un segundo lugar de culto, Nuestra Señora de las Angustias . En la amigable conversación, el párroco insistía en que su idea es que «los que están dentro salgan, y los que están fuera entren», es decir, una parroquia misionera, en salida.

Una parroquia en la que queda mucho por hacer, desde que las personas que asisten a misa se conozcan a que se recupere la vitalidad del trabajo con los jóvenes de los años setenta. Y en esas están, ahora con los campamentos, en colaboración con otra parroquia de Madrid como la de Nuestra Señora de la Granada , de grato recuerdo.

Como no puede ser de otra manera, Cáritas en la parroquia es uno de los ámbitos de trabajo más activos. De entre sus actividades hay que destacar el apoyo escolar a los niños y jóvenes de la zona, con una secuencia de trabajo y ocio nada desdeñable, y, sobre todo, una iniciativa interesante: la tienda de ropa solidaria , que regentan un grupo de voluntarios, jubilados y prejubilados todavía con plena vitalidad. El siguiente paso de la tienda solidaria es un supermercado solidario que llegará muy pronto. Pero también está el grupo de las personas que visitan a los enfermos y las residencias de ancianos, el que fabrica ropa litúrgica, el de Vida Ascendente y la Escuela de Biblia. En Pozuelo, todo marca la diferencia.