Iglesias de Madrid
Parroquia de María Inmaculada y Santa Vicenta: Un jardín cuidado por la Providencia
El templo, cerca de Plaza de Castilla, fue erigido en 1965 y cuenta con 5.200 fieles
Inadvertida, como si se protegiera del mundo, en medio de una arboleda no perdida, la parroquia de María Inmaculada y Santa Vicenta María , avenida de Brasil, 25 (entrada por la calle del poeta Joan Maragall, 31), parece esconderse. Mejor dicho, más que ocultarse ha creado un oasis para una feligresía de avanzada edad, en un Madrid que apunta a la Plaza de Castilla y que vive del tráfico y del movimiento. Según el último registro, la parroquia cuenta con 5.200 fieles.
La estructura arquitectónica se asemeja a la de una vivienda de la alta burguesía . Accedes a la parroquia y te topas con una especie de recibidor, a modo de pequeño jardín apacible para los tiempos en los que la sombra se necesita más que el aire que respiras. Avanzas y continúas en una especie de patio que da entrada a un templo singular, que se caracteriza por una amplia vidriera en la fachada norte. Tan espectacular como emotiva por el flujo de colores. Un pie artístico para adentrarnos en la historia.
Como consecuencia de la reforma parroquial del arzobispo Casimiro Morcillo, se erigió en 1965 con el nombre de San Hilario de Poitiers. Tiempo después y a petición del párroco Isidro Ruano Garrido, el 18 de enero de 1967, por decreto arzobispal, se le cambia el nombre a María Inmaculada y de la beata Vicenta María. Un puente entre las religiosas de María Inmaculada , cuya casa madre está situada en la calle de Fuencarral, con esta comunidad. Santa Vicenta María López y Vicuña fue la fundadora de estas religiosas que tienen una estimable presencia social y educativa.
Obra de donaciones
El cardenal Vicente Enrique y Tarancón, el día de Cristo Rey de 1977, consagra el actual templo, diseñado por los arquitectos Ramón Vázquez Molezún y José Antonio Corrales. Las obras de construcción se iniciaron el 9 de julio de 1974 por la Empresa Constructora Donato Lasa, S.A., y se sufragaron gracias a donativos de la Empresa Constructora Huarte y Cía S. A. y, sobre todo, colectas y suscripciones de la comunidad parroquial .
Dos expresiones artísticas son foco de atención. La primera es el imponente lucernario con alegorías de la historia de la salvación, factura de la Escuela de Artes y Oficios de la calle la Palma de Madrid. La escultura de la Virgen Inmaculada es obra de del escultor José Luis Vicent, autor también del grupo escultórico de la Sagrada Familia de la Catedral de La Almudena.
Resalta el párroco, Manuel Sánchez Velasco , por cierto, capellán también de Torre Espacio, que en este momento de nueva vitalidad de la parroquia tiene que agradecer a los fieles la implicación, en particular a un grupo de «familias de miembros del Opus Dei , que colaboran estrechamente con la parroquia. Las parejas jóvenes con niños tienen resuelta la iniciación cristiana de sus hijos en los colegios religiosos de la zona, con lo que no contamos con una catequesis al uso. Sin embargo, sí estamos implicados en la formación de los fieles y en su asistencia espiritual a través de las celebraciones», señala el párroco, que está acompañado por dos sacerdotes estudiantes de la Universidad San Dámaso, Alexander Enrique Arias, venezolano, y John Alexander Sebasthiyan, originario de la India. El Aula María Inmaculada, el grupo de jóvenes, el grupo de Vida Ascendente, los retiros mensuales para señoras, además de la Adoración al Santísimo, son algunas de las actividades principales de la parroquia.
Por la configuración del entrono sociológico, no hay una especial demanda de ayuda de personas necesitadas de alimentos y ropa. Sí se dan algunos casos que son atendidos por el economato del arciprestazgo. La principal pobreza es la soledad en la que viven las personas mayores y que tiene una respuesta con la atención del grupo de voluntarios de la pastoral de los enfermos.
La parroquia celebra durante estos días la Novena de la Inmaculada , que concluirá con la misa solemne presidida por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, el martes 8 de diciembre a las 13 horas. Como señala el párroco en una reciente carta a los feligreses, «aquí, los habituales, los que nos vemos a menudo en la Iglesia y por el barrio, hemos, si podemos, de colaborar con la vida de nuestra comunidad (…). La Parroquia sigue siendo una tierra fecunda, un gran jardín cuidado por la Divina Providencia».
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