El Palacio de la Música obtiene la licencia de obras para ser un teatro doce años después de su cierre

El edificio mantendrá su uso cultural y reabrirá como espacio para conciertos y musicales tras 24 meses de reforma

Recreación de la fachada tras la reforma del Palacio de la Música de la Gran Vía Fundación Montemadrid
Adrián Delgado

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La fachada tapiada del Palacio de la Música , en plena Gran Vía, ha sido durante casi 12 años el recuerdo de la enorme herida que la crisis dejó en esta arteria cultural. El Broadway madrileño pasó, en pocos años, de tener 13 cines y salas de espectáculos en funcionamiento a apenas ver sobrevivir tres de sus templos. Pero el lento renacer de este eje histórico –ahora más centrado en los musicales que en el séptimo arte – cuenta, desde ayer, con una buena nueva y, en esta coyuntura del coronavirus (Covid-19) , con un aliento de esperanza. Tras un largo y pormenorizado estudio de la propuesta para reabrir este icónico recinto, el proyecto de la Fundación Montemadrid para revivir el Palacio de la Música –cerrado desde el 23 de junio de 2008– ha obtenido la licencia necesaria para la reforma que le permitirá reabrir como teatro. Así lo confirmaron a ABC fuentes del Área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes.

La Agencia de Actividades se la otorgó ayer mismo para que, cuando la situación lo permita, puedan iniciar las «obras de reestructuración puntual, acondicionamiento y restauración de los interiores y exteriores» del inmueble situado en Gran Vía 35 y que goza de protección integral. La principal premisa de esta reforma no es otra que conservar y devolver a su estado original todos los elementos valiosos que conserva el edificio. Entre 2009 y 2011, la estructura fue rehabilitada para reforzar las vigas, columnas y forjados. Las obras, entonces, despertaron las críticas de diversas asociaciones de defensa del patrimonio, preocupadas sobre todo por que el inmueble pudiera acabar siendo una tienda de ropa como el vecino cine Avenida.

Tras varios proyectos fallidos, el edificio ha permanecido a la espera de uno en el que prevaleciera el uso cultural con el que fue levantado por el arquitecto Secundino Zuazo entre 1924 y 1926 –con un derrumbe parcial incluido en 1925–. El 6 de marzo del año pasado, la Fundación Montemadrid –propietaria de este emblemático espacio– solicitó la licencia de obras de un proyecto que lograba mantener el uso cultural del 80 % del espacio para acoger conciertos, musicales y diversos espectáculos. Los trabajos que han recibido el visto bueno de Desarrollo Urbano afectarán a un total de 6.650 metros cuadrados de su superficie y tienen una duración estimada de 24 meses. Todo ello condicionado «a la situación y las normas específicas que puedan surgir por el Covid-19», subrayan desde el área municipal que dirige Mariano Fuentes. Asimismo señalan que la aprobación definitiva ha sido posible gracias a que la Comisión Local de Patrimonio Histórico de Madrid – dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid– ha seguido «trabajando y reuniéndose de forma telemática». El proyecto ha obtenido, además, el informe favorable en materia de protección contra incendios.

Recreación de la nueva distribución de interiores del Palacio de la Música Fundación Montemadrid

Espacio para restauración

La reforma contempla una sala multiusos que podrá incluir restauración «asociada al teatro» en su última planta. Estará ubicada bajo la cubierta de la azotea –construida durante las obras de 2011– y tendrá un espacio abierto con vistas a la Gran Vía desde su balaustrada, que será revestida de cristal para cumplir con la normativa. El edificio sufrirá pocos cambios en su estructura, aunque será necesario abrir un nuevo hueco de fachada por la calle de la Abada para la recepción de mercancías y la «mejora de las condiciones de protección contra incendios».

En el interior se modificará la cota de la solera en el sótano 2 «sin afectar a la cimentación del edificio» para la formación de un nuevo foso de orquesta. Aunque el forjado del escenario se mantendrá como estaba originalmente, se introducirá un foso de escena y una planta técnica en el sótano 1, así como una entreplanta adicional entre este y la planta baja. En la parte de arriba del escenario, bajo la cubierta, se demolerá el forjado para poder elevar el peine que soporta la tramoya y las maquinarias del escenario. En cuanto a la accesibilidad, está prevista la instalación de nuevos ascensores que comuniquen todas las plantas y escaleras mecánicas entre el vestíbulo y el sótano.

En el interior de la sala –que llegó a acoger 1.782 espectadores– se desmontarán los paramentos laterales para insonorizarla. Tras ello, serán restaurados. La idea es devolver el lustre a todos los elementos originales que sea posible. En los vestíbulos se trabajará sobre los solados de mármol en tonos claros y recercados en color negro, los paramentos irán en color blanco y se recuperarán las molduras perimetrales y rosetones en los techos. La boca del escenario será también recolocada adaptando su altura a las nuevas necesidades escénicas, según consta en los documentos a los que ha tenido acceso ABC.

La entrada al teatro reinstalará sus históricas puertas de acceso al edificio. La fachada será restaurada de forma integral respetando los acabados –«iguales a los originales»–, recuperando también las molduras y elementos decorativos. La logia –el espacio tras el corredor que presiden las columnas que dan a la Gran Vía– será acristalada. Las carpinterías de madera serán reparadas o sustituidas en función de su estado de conservación.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación