Los padres de los menores acosados denunciaron dos veces las agresiones y amenazas de muerte

Educación descarta el «bullying» al ocurrir todo fuera del centro, que ignoraba el caso. Otras fuentes apuntan a rivalidad entre grupos

Ruth y José María con la última denuncia ISABEL PERMUY

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Los padres de los menores de 15 y 13 años, presuntas víctimas de acoso escolar en el Instituto Juan de Villanueva de Usera, aseguraron ayer a ABC que el caso lo conocían en el centro desde que comenzó en noviembre de 2017, un extremo que contrasta con la versión de la Consejería de Educación . «Lo sabía el director, el jefe de estudios y el tutor y se han lavado las manos». Así lo indicó Ruth, madre de los críos, junto a su marido, José María. Subrayó que denunciaron en comisaría las agresiones y amenazas de muerte que sufrieron fuera del recinto educativo; la última, en diciembre pasado, que se saldó con 15 detenidos de 14 a 16 años.

Fuentes de la investigación indicaron que todo obedecía a un enfrentamiento entre dos grupos . Desde Educación precisaron que, según los primeros indicios recabados, no se trata de «bullying» porque los hechos ocurrieron fuera del instituto, que desconocía lo sucedido hasta ayer al ser publicado en los medios de comunicación. Por ello, abrieron un expediente de información reservada.

El menor de los hermanos fue expulsado y el mayor tenía un largo historial de ausencias justificadas este curso y el pasado

Además, agregaron que cuando ocurrió el último incidente, el 15 de diciembre, los menores no iban al IES. Uno de ellos, el menor, había sido expulsado y el mayor tenía un largo historial de ausencias justificadas por la familia este curso y el pasado. Por su parte, el presidente regional Ángel Garrido incidió en que del grupo de arrestados solo dos pertenecían al centro y que el caso parecía obedecer a « un acoso generalizado ».

Patio del IES de Usera ayer ÁNGEL DE ANTONIO

Las versiones no pueden ser más opuestas. La madre de las supuestas víctimas, Ruth, de 38 años y con otros cinco hijos, justificó la ausencia de sus hijos al Juan de Villanueva. «Estaban desprotegidos y nadie nos avisaba de los ataques, empujones y amenazas que les infligían, sobre todo al mayor, por lo que dejaron de ir a clase en octubre pasado».

Ella justificó la expulsión del menor porque pegó a una niña que le hostigaba y el absentismo del otro porque tenía que acudír al dentista. «Mis hijos no son ningunos angelitos, pero n o son gentuza », subrayó. Según Ruth, el acoso se remonta a la noche de Halloween de 2017, cuando su hijo mayor, otra hija, una sobrina y varios amigos vieron los actos vandálicos protagonizados por medio centenar de chavales. «Destrozaron papeleras, cristales de marquesinas y retrovisores de coches», aseveró.

«Temían ser delatados»

«Algunos eran del instituto y a otros les conocían de vista. Por temor a ser delatados, supongo, fueron perseguidos», indica. Esta mujer añade que todos se pelearon y el grupo de su hijo acabó golpeado con bates de béisbol . Se refugiaron en su portal y su marido tuvo que llevar a los amigos a sus hogares. «Tenían miedo de ir solos por si los volvían a ver». Al día siguiente, con el parte de lesiones de su vástago (contusiones), denunció y comunicó lo ocurrido al colegio. «Ahí empezó el calvario porque fuimos los únicos que fuimos a la Policía».

Ruth recalcó que el grupo de acosadores era cada vez mayor. «Actuaban dentro y fuera del recinto. Los no escolarizados entraban en el recreo al patio o les esperaban a la salida y les insultaban, empujaban, pegaban... No hay quien aguante esto».

¿ Por qué no les cambiaron de centro ? La mujer indicó que este curso « volvieron al matadero porque el mayor no obtuvo plaza para hacer FP, estaba en lista de espera, y ante el temor a perder el curso... Ahora me siento culpable», precisó Ruth.

Esta familia, que tacha a los presuntos agresores de «manada» o «clan» y se va a mudar por lo ocurrido, dice que tiene pruebas de las amenazas, vejaciones y humillaciones a las que sometían a sus hijos y que luego, los hostigadores, colgaban en la redes sociales . «Te vamos a matar», era una de ellas dirigida a uno de sus hijos. La Policía requisó los móviles a los detenidos para comprobar su contenido. Todo está ya en manos de la Fiscalía.

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