Oratorio del Caballero de Gracia: un tesoro escondido en la arteria de Madrid

El templo merece una vista pausada para contemplar este templo encajado, obra del arquitecto Juan de Villanueva, proyectado y dirigido desde 1786 a 1794

Interior del templo JOSÉ RAMÓN LADRA

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Hoy voy a cometer una herejía formal. Caballero de Gracia no es técnicamente una parroquia. No lo es canónicamente. Pero podría serlo. Porque el Real Oratorio de Caballero de Gracia, calle Gran Vía 17 y Caballero de Gracia 5, ofrece lo que un cristiano necesita para su vida de fe, de esperanza y de caridad . Un lugar de algo más que de culto, al fin y al cabo, en medio de un Madrid cosmopolita , universal, en la vía más emblemática y bulliciosa del desarrollo de una capital que no da la espalda a la presencia de la Iglesia. Un tesoro escondido que produce, en el que lo visita, una peculiar sensación de recogimiento, interioridad, espiritualidad, al fin y al cabo.

Es cierto que el eje de este oratorio es la rica personalidad de Jacobo Gratij (1517-1619), el Caballero de Gracia, personaje singular donde los haya, diplomático de la Santa Sede, negociador incansable entre reyes y reinos, promotor de las artes y de la cultura, caballero de la Orden de Cristo, sacerdote y fundador de la Congregación de los Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento, hoy Asociación Eucarística, titular del patrimonio mueble e inmueble. El caballero de Gracia tiene adelantado su proceso de beatificación , que por cierto ha pasado por no pocas vicisitudes históricas. Una Asociación que en la época del cardenal Ángel Suquía firmó un acuerdo con la Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei para la atención sacerdotal en este templo. El autor de ese acuerdo fue el recordado rector don Félix Cilleruelo. Después estuvo don Félix Barrio y en 2001 cogió el testigo el actual rector don Juan Moya, sacerdote, antes médico. Don José Ramón Pérez Arangüena es el Vicerrector.

Me perdonarán los lectores que dé un salto argumental sobre la historia y el arte de este singular templo eucarístico. Una visita a su prolija y actualizada página web solventa ese salto. Solo advertir que el Oratorio merece una vista pausada para contemplar este templo encajado, obra del arquitecto Juan de Villanueva, proyectado y dirigido desde 1786 a 1794. Arquitecto que fue del Museo del Prado y del Observatorio Astronómico de Madrid. La cúpula está pintada por Zacarías González Velázquez con cuatro escenas bíblicas que prefiguran las pechinas. Vidriera de la Sagrada Cena, de la casa Maumejan; san Miguel Arcángel, de José López Enguídanos (1757 – 1818); Jesús y la Magdalena, de José Beretón (1747–1796), condiscípulo de Goya; san José y el Niño, firmado en 1794 por el ya citado González Velázquez, y el retrato del Caballero de Gracia, del pintor y archivero de Felipe III, Miguel Juan, situado encima del sepulcro. Y el órgano, de 1790 obra del holandés van Gruisen único en su género.

Pero vayamos a la belleza de la vida apostólica. Son varios los sacerdotes que atienden una labor pastoral, cultual, cultural y caritativa, que se acompaña con la permanente presencia de fieles que se acercan a recibir el sacramento de la misericordia de Dios durante el tiempo en el que el templo está abierto. Son muy concurridos los retiros, las meditaciones, que en el caso de los jueves están acompañadas por los 15 minutos de música sacra.

Uno de los fuertes del Oratorio es la formación cristiana. Desde el curso anual, ahora dedicado a San José, con clases semanales, que ha tenido que duplicar grupos, a los cursos prematrimoniales. La atención a los miembros de la Asociación Eucarística, sobre todo a los más mayores, es una prioridad del Oratorio. Las visitas a los enfermos, las comuniones y la resolución de sus necesidades inmediatas forman parte de la dimensión caritativa, que no se acaba ahí. Se ofrece además catequesis de iniciación cristiana para adultos.

Desde hace unos años, el Real Oratorio de Caballero de Gracia está impartiendo varios cursos de formación de personas en desempleo, atención a las personas mayores y de informática y gestión –gracias a la ayuda material de Cecabank–. El éxito de las convocatorias ha hecho que se hayan tenido que añadir nuevas ediciones. También han sido frecuentes, hasta la pandemia, las peregrinaciones . No hace unos pocos días se presentó el libro que con motivo del IV Centenario de la muerte del Caballero de Gracia se ha editado con el sugerente título de ‘El sentido cristiano de la historia’.

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