Operativos policiales y talleres para erradicar las novatadas en los colegios mayores de Madrid

El Ayuntamiento, la Complutense y la asociación de centros colegiales buscan prevenir esta práctica en el ámbito de la Ciudad Universitaria al comienzo del curso

La portavoz municipal y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, junto al resto de representantes durante la firma del convenio EFE

Sara Medialdea

Una sonora bofetada propinada por un veterano a una novata en un colegio mayor de Madrid puso cara, hace un par de años, al problema de las novatadas al inicio de cada curso universitario. El vídeo que lo mostraba se hizo viral, y la imagen tambaleante de la muchacha intentando mantenerse en pie tras la agresión fue el mejor revulsivo ante unos comportamientos no por extendidos menos salvajes. Y que, tras la pausa vital del Covid, retoman con fuerza, alertan las autoridades universitarias. Para frenarlos en seco, la Universidad Complutense, el Ayuntamiento de Madrid y la Asociación de Colegios Mayores se han aliado por segundo año consecutivo, con una batería de medidas para evitar que se repitan dentro y fuera del ámbito universitario.

«No queremos ser cómplices de ninguna manera», aseguraba a ABC Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes de la Complutense. Asegura que sigue recibiendo llamadas de padres alarmados por lo que les cuentan sus hijos. Y está dispuesta a batirse el cobre porque los colegios mayores «sean espacios divertidos, no inseguros».

Medidas disciplinarias

Universidad, Ayuntamiento y colegios van de la mano en esta guerra sin cuartel a prácticas que en muchos casos han degenerado en vejaciones y actitudes peligrosas. En un sistema, recuerda De la Fuente, «perverso, porque el novato no siempre percibe al otro como un agresor», y porque se lucha contra «el terror por no cumplir con las expectativas y el querer agradar y formar parte del grupo».

Los colegios mayores han reforzado sus medidas disciplinarias y endurecido sus sanciones; la novatada se considera falta muy grave en la nueva ley de universidades; se han producido expulsiones temporales y se ha dado aviso a las autoridades de conductas que podrían ser constitutivas de faltas administrativas o incluso de delitos.

El Ayuntamiento, por su parte, pone a unidades de Policía Municipal a vigilar en zonas aledañas o en parques y espacios públicos frecuentados por los universitarios cada principio de curso. Atienden de paso las quejas vecinales por el ruido o las molestias que ocasionan estas reuniones, muchas veces relacionadas con botellones. Incluso se va a instalar en la zona cercana a la Facultad de Educación y a los colegios mayores una unidad policial móvil donde canalizar cualquier reclamación tanto de vecinos como de alumnos que estén sufriendo novatadas.

Desde la universidad recuerdan además que «somos sus aliados», y ofrecen su compromiso de «escuchar a quienes quieran salir» de ese círculo: podrán dirigirse tanto a los equipos directivos colegiales, como al vicerrectorado de alumnos «o al propio rector; que busquen la vía que quieran», insiste De la Fuente. De hecho, recuerda que «el año pasado tuvimos algunas denuncias muy valientes, y así conseguimos desmontar situaciones muy complicadas».

Tras la contención

Una situación que se agrava más por la pandemia en que vivimos, y que no ha pasado, pese al sentimiento de inmunidad que detectan en muchos jóvenes como consecuencia de haber sido vacunados. Es más, desde la universidad perciben que, tras los meses de contención por las restricciones por el Covid, hay un cierto desbordamiento en los comportamientos: «Los jóvenes van a por todas». Una especie de pulsión irracional por recuperar el tiempo perdido, que puede complicar las cosas, dado que además los contagios continúan siendo realidad.

Inmaculada Sanz, delegada de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento madrileño, es clara: «Apelo a la responsabilidad individual; no se puede poner un policía detrás de cada ciudadano». No obstante, desde el Consistorio se aportará, durante los cuatro años de duración inicial del convenio con la Complutense, un operativo policial en el entorno de los colegios, atenderá las quejas vecinales e impartirán charlas y talleres informativos para prevenir las novatadas. Recuerda que «las novatadas no son una broma ni una tradición, sino algo que hay que erradicar;pueden llegar a estar tipificadas como delitos».

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