Oleada de carteristas «low cost» en la Gran Vía

La campaña navideña y la apertura de Primark en Gran Vía son el foco de actuación de los amigos de lo ajeno

Aglomeraciones en la entrada de la nueva tienda de Primark, en Gran Vía MAYA BALANYA

CARLOS HIDALGO

la campaña de compras de Navidad es el agosto de los carteristas. Este año, la Gran Vía está siendo objeto principal de estos delincuentes , sobre todo a raíz de las aglomeraciones que se producen en torno a la nueva macrotienda que la cadena Primark ha abierto en el corazón de la avenida. Tanto es así, que, según fuentes policiales, se ha convertido en el mayor foco de hurteros del distrito de Centro .

Desde hace dos semanas, los agentes del grupo antirobos de la comisaría de la calle de Leganitos vienen constatándolo: alrededor de 25 carteristas «pugnan» por hacerse con los bienes de los clientes que, entre estantes y perchas de ropa «low cost», se mueven entre los despistados compradores.

A la sede policial llega, al día, una veintena de denuncias por hurtos en el Primark de Gran Vía . Los agentes se pusieron en su día en contacto con los responsables de seguridad del comercio y les facilitaron datos sobre los grupos de delincuentes que operan en la zona. Reciben algunos avisos de los vigilantes privados, pero solicitan una mayor colaboración de ellos; sin embargo, la política de la empresa es permitir el paso a toda persona, por lo que la labor policial se está complicando , añaden nuestras fuentes. Por ello, la casuística puede ser más abultada: gente que ni siquiera se dé cuenta en el momento de que le han robado o incluso las sustracciones de género del propio comercio que se estén perpetrando.

Los principales ladrones son de sexo femenino, de origen búlgaro y rumano, aunque también actúan bosnias y los clásicos rateros españoles del distrito. Su principal objetivo son dinero, bolsos y teléfonos móviles, tal y como constan en las denuncias.

Los agentes de Centro son avezados funcionarios en este tipo de delitos; incluso hay un dispositivo en este conflictivo punto, pero no pueden ceñirse a él, puesto que en esta época de tantísima afluencia de compradores, su deber es prestar servicio también en otras zonas y comercios. Por ello, aunque está claro que la culpa directa es de quien roba, l os policías insisten en la necesidad de una mayor implicación por parte de la multinacional irlandesa en el control de las personas que entran en el edificio que acaban de abrir en la Gran Vía madrileña.

Menos robos en viviendas

Frente a ello, la que sí está mejorando, y mucho, es la estadística de robos con fuerza en viviendas . Si en enero la subida era del 50%, ahora se ha reducido al 11%, lo que supone casi un 40%, en un distrito con mucha casa antigua y gran movilidad de vecinos y visitantes.

Otro de los caballos de batalla de los 600 funcionarios policiales de Centro sigue siendo su propia comisaría. El edificio se cae literalmente a pedazos mientras briegan con la mayor carga de trabajo de todos los distritos de España. Se han ido haciendo arreglos, a modo de parche, pero la nueva sede sigue sin llegar.

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