El objetivo de Cifuentes: arrebatar Cibeles a Carmena

La nueva dirigente popular prioriza descabalgar a los gobiernos de los «disparates», «el sectarismo» y «la improvisación»

Cifuentes saluda tras ser elegida presidenta del PP de Madrid Isabel B Permuy
Sara Medialdea

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Una vez proclamada como nueva presidenta del PPde Madrid –algo que Cristina Cifuentes consiguió ayer con el 93,3 por ciento de los apoyos (2.316 votos)–, la prioridad para la nueva cúpula popular es una: sacar de Cibeles al gobierno de Ahora Madrid y Carmena . Porque «no saben gestionar», «no saben planificar» y se guían por «los disparates, la improvisación y el sectarismo», Cifuentes afronta, con el aliento del resto del partido, el objetivo de recuperar la mayoría suficiente para que el Ayuntamiento de Madrid vuelva a estar gobernado por un alcalde o alcaldesa popular, como ha ocurrido de forma ininterrumpida desde 1991 a 2015.

Del total de 2.557 votos emitidos en el congreso regional por los afiliados-compromisarios –por primera vez, se utilizaba la fórmula de «un militante, un voto» –, la candidatura de Cristina Cifuentes recibió 2.316. Ya antes de su proclamación, al presentar a su equipo había dejado claras sus intenciones: «Madrid tiene que volver a teñirse de azul», y ser «capaz de recuperar las alcaldías perdidas».

La flamante presidenta popular apuntó, en su primer discurso como cabeza del partido, un decálogo de principios, sus diez mandamientos para el PP de Madrid: reivindicar la ética política; considerar la politica como actividad noble y digna; la honestidad como norma de conducta; el centro reformista como motor de transformación; el respeto como norma de convivencia; la defensa de la libertad y la tolerancia; la búsqueda del interés general; el espíritu de servicio público; la supremacía de las reglas de juego democrático; y la Constitución Española.

Hacer «poco y mal»

Su arenga contra el actual gobierno del Ayuntamiento de Madrid no tuvo nada de tibia: les acusó de «fracaso», de haber hecho «poco y mal», de no saber «ni gestionar ni planificar» , de haber hecho «de la improvisación, el sectarismo y la ocurrencia su guía de conducta», de «no ejercer sus competencias propias» y de «haber paralizado el desarrollo de la ciudad». En su resumen, «el Madrid de Podemos es una ciudad sumida en el desgobierno» donde se ha aplicado «el cambio a peor».

Para combatirlo, propone trabajo duro de un partido que quiere «unido», «beligerante con la corrupción», donde no haya «ni exclusiones ni excluidos», y en el que se mire adelante, porque –advirtió– «no podemos volver atrás, por grande que fuera ese pasado». Los 20 años de mayorías absolutas consecutivas quedaron atrás en 2015, pero incluso en ese momento, el peor del partido en décadas, Madrid –recuerdan sus dirigentes– consiguió hacerse con el Gobierno regional y ser la formación más votada en la capital, aunque los pactos posteriores no le permitieron gobernar.

Coincidencia

Recuperar Madrid se ha convertido en el «leit motiv» de los populares. A Cifuentes se lo pidieron todos los dirigentes populares que la acompañaron en su congreso: miembros de la dirección nacional, barones , miembros del Gobierno central, todos coincidieron en alertar sobre las consecuencias que ya está dejando sentir el «gobierno del cambio» en la capital.

Lo decía hasta el gallego Alberto Núñez Feijóo : «Cuando la ciudad de Madrid no funciona, y ahora es una de las más despistadas de Europa, a los españoles no nos interesa; por eso es tan importante esta nueva etapa», dijo.

Pío García-Escudero , presidente del Senado y ex presidente del PPmadrileño especialista en consensos, aconsejó a Cifuentes «reactivar» e «impulsar» a la «gran familia» popular de Madrid de cara a «las próximas elecciones municipales y autonómicas».

Porque todos los ojos están puestos ya en esa fecha, mayo de 2019 , y también en quién pueda ser el cabeza de lista para entonces. Un tema del que nadie quiere hablar oficialmente: falta mucho aún, señalan, dos años en una actividad, la política, en la que una semana puede dar la vuelta a cualquier situación.

Pero la inquietud está en el aire. Y las especulaciones afloran. Máxime teniendo en el congreso a uno de los nombres más mencionados en las quinielas, el vicesecretario de Comunicación del PP Pablo Casado . Que no quiere tampoco entrar en la guerra, pero sí tuvo un encendido discurso atacando al «fracasado 15-M» que «dio lugar a gobiernos del cambio, que son gobierno de la frustración». Por eso pidió que «nuestros gobiernos», los de Madrid, «sean la pedrada que se extienda como ondas por la laguna de España».

Sexta Flota

No es el único nombre que circula: entre los dirigentes del PPtambién se apuesta por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría . Y lo argumentan: «Sería casi al fin de la Legislatura, con lo que a ella se le da una salida, y para Madrid es como bajar la Sexta Flota».

A la actual portavoz municipal, Esperanza Aguirre , se la ve entre sus compañeros de partido en posición de salida: «Ella no va a ser, y lo sabe», señala un dirigente que la conoce bien. Pero en política, ya se sabe, nada es definitivo hasta que se anuncia.

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