Municipios de Podemos y PSOE boicotean los autobuses de donación de sangre
San Fernando y Mejorada prohíben a la Cruz Roja realizar extracciones en la calle
Dos ayuntamientos de la región, Mejorada del Campo y San Fernando de Henares, han decretado un boicot contra los autobuses de Cruz Roja que gestionan la extracción de sangre a donantes en la vía pública. La institución sin ánimo de lucro, que lleva realizando esta tarea en Madrid desde 1960, tiene cedida en exclusiva la competencia de recogida en las calles en virtud de un convenio firmado en 2013 con la Comunidad. La polémica deriva de la compensación económica, a razón de 67 euros por bolsa recogida, que Sanidad otorga a Cruz Roja, a la que cedió todas sus unidades móviles. A cambio, el Centro de Transfusión de Madrid es el único encargado de controlar, procesar y redistribuir las donaciones que se producen tanto en los hospitales de la región como en la docena de autobuses que peinan la geografía madrileña cada día en busca de solidaridad.
El anterior Gobierno de Ignacio González justificó el convenio para «unificar» la recogida, almacenaje, análisis y reparto de la sangre donada, evitando las duplicidades que se daban al tener Cruz Roja su propio centro de donaciones , desde el que surtía a sus hospitales. Un modelo similar opera en Asturias .
En plena «marea blanca», la izquierda criticó el protocolo, que entró progresivamente en vigor en 2014, al considerar que se «privatizaba» la recogida de sangre, «mercantilizandola». La compensación de 67 euros por bolsa de sangre, unos 8 millones al año, es para que Cruz Roja costee el gasto de personal y material para un servicio que, aseguran, solo busca el fin social.
«Nada lo justifica»
Pero más allá de la crítica política, ahora estos dos consistorios madrileños, gobernados por el PSOE y por la agrupación afín a Podemos San Fernado de Henares Sí Puede (SFHSP), han ido mucho más lejos, vetando la entrada de los autobuses. La denegación del permiso ha sido comunicada por escrito y Cruz Roja no ha podido hacer su última colecta. De este modo se corta la única alternativa posible para que los ciudadanos hagan este gesto libremente sin tener que desplazarse al hospital.
Desde el Centro de Transfusión alertan de que esta medida sin precedentes «pone en riesgo» el abastecimiento de los derivados hematológicos a los hospitales, sustancia esencial para la vida humana. «Es una barbaridad. No hay nada que justifique esto. No se puede jugar con la salud de los madrileños», opinan sus responsables.
Madrid necesita cada día entre 800 y 1.000 bolsas de sangre para mantener cubiertas las necesidades de la región. Al año se recogen 248.000 unidades; de las que 116.000, casi la mitad, son extraídas en los autobuses. Y se espera que crezca por la decisión del Gobierno de Cristina Cifuentes de abrir quirófanos por las tardes.
Aunque por ahora la población afectada por este boicot se limita a los 40.781 habitantes en San Fernando y los 22.763 censados en Mejorada, se teme un efecto llamada a otros municipios . «No podemos permitir que cunda este mal ejemplo y se vea afectado el suministro. Tenemos necesidades rutinarias, pero también puede haberlas extraordinarias. No se puede prescindir de la extracción en la calle», señala una portavoz del Centro de Transfusión.
Lo cierto es que la moción, sometida al Pleno del Ayuntamiento de San Fernando el pasado 17 de septiembre a instancias de Izquierda Unida es idéntica a la aprobada un mes después por Mejorada del Campo, el 29 de octubre. En ambos casos se acordó « no autorizar la instalación de unidades móviles de donación de sangre» en el municipio «por cambio en las condiciones del convenio entre la Comunidad de Madrid y Cruz Roja». Apuntan a que la sangre podría ser «revendida» y llaman a sus ciudadanos a donar sólo en «hospitales públicos, entre ellos, el Hospital del Henares».
En San Fernando la moción fue apoyada por SFHSP, PSOE, IU y la ultraderechista España 2000, mientras que n Mejorada la firmaron el PSOE, Mejoremos, UPyD e IU-Ganemos. Solo el PPla rechazó en ambos casos.
Fuentes del PSOE de Madrid lamentaron la decisión tomada por sus compañeros, asegurando que «no hay ninguna instrucción» desde el partido «para votar tal cosa».
El portavoz socialista en materia de Sanidad en la Asamblea regional, José Manuel Freire, rechaza la consideración de Cruz Roja como una entidad privada. «No se puede hablar en ningún caso de mercantilizar. Estamos hablando de una entidad auxiliar de los poderes públicos que se ha encargado de esta labor históricamente», afirma, reconociendo la «temeridad» de lo aprobado por estos dos municipios.