Muerte dulce: la familia que se salvó de ahogarse con una barbacoa tiene la luz cortada
El suceso de Griñón, en el que a punto estuvieron de morir cinco personas, es un caso de pobreza energética
Una familia de origen latino y escasos recursos económicos estuvo a punto de morir la madrugada de ayer en Griñón por lo que se conoce como «muerte dulce» : la inhalación monóxido de carbono. Las víctimas utilizaban una barbacoa para calentarse, puesto que hacía tres días que les habían cortado la luz , precisaron fuentes del caso.
La primera llamada al 112 se produjo en torno a la 1.30 de la madrugada, por parte del padre, al sentirse mareados. El matrimonio y sus tres hijos se habían acostado y habían dejado puesta la plancha de carbón para mitigar el frío que hacía la vivienda, una casa baja situada en la calle de Juan Carlos I, 8.
Hasta el lugar se desplazaron los sanitarios del Summa, que atendieron a la pareja: un hombre de 36 años y una mujer de 25, quienes, tras ser estabilizados, fueron trasladados al Hospital de Parla, con pronóstico reservado, informaron fuentes de Emergencias Comunidad de Madrid 112.
En cuanto a los menores, se trata de dos niñas de 8 y 6 años y un bebé de nueve meses , que también resultaron intoxicados por inhalación de monóxido de carbono.
Los Bomberos regionales constataron que la presencia del gas se había disipado tras ventilar las estancias y la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. Los primeros datos recabados apuntan a que el suceso se trata de un caso de pobreza energética. Aunque el padre tiene trabajo, la precariedad de la economía familiar es de una situación extrema, hasta el punto de tener que calentarse con el uso de la barbacoa.
Llevaban varios meses sin abonar el recibo de la luz y se investiga si solicitaron el bono social. Debían alrededor de 800 euros . Hace año y medio recibieron una ayuda por parte del Ayuntamiento, gobernado por un partido independiente, pero no habían vuelto a hacerlo. Sin embargo, algunos vecinos negaban ayer que los afectados estuvieran pasando por una mala racha económica.
Los servicios de emergencias advierten de que utilizar este tipo de combustión, y mucho más si se hace en una vivienda y mientras se duerme, es muy peligroso. Son muchos los casos de personas que han muerto por «muerte dulce» en las gélidas noches de invierno.
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