Moscardó
Un histórico del deporte madrileño se juega 59 años de éxitos en una reunión
La situación económica es insostenible en el club, que sólo podrá sobrevivir si el Ayuntamiento municipaliza sus instalaciones antes de marzo
A vida o muerte. El Club de Natación Madrid Moscardó, como si de una operación quirúrgica se tratara, se juega su futuro mañana viernes, día en el que el Ayuntamiento y la Junta de Distrito de Usera se reunirán, al punto de la mañana, para decidir cuál va a ser la hoja de ruta que van a seguir a la hora de convertir en municipales las instalaciones en las que, hasta ahora, este histórico del deporte madrileño venía realizando sus actividades; las mismas instalaciones, por cierto, de las que han salido reconocidos nadadores españoles a nivel internacional e incluso una plata olímpica, Laura López , en la disciplina de waterpolo.
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«No han convocado a sindicatos y tampoco a la empresa porque es una reunión interna», explica Rubén Ferreiro , trabajador del Moscardó y delegado sindical de UGT, a ABC, antes de resaltar la trascendencia del encuentro entre las instituciones que decidirán el futuro de un club histórico y de 37 familias , las de otros tantos empleados a los que la Junta de Distrito de Usera, dirigida por Rommy Arce , pretende subrogar los contratos para que, a partir del 31 de agosto —fecha en la que las instalaciones revertirían a titularidad municipal— puedan seguir trabajando.
Hasta aquí todo es muy bonito. Sin embargo los problemas para estos trabajadores pueden llegar en el momento en el que el club, ahogado por las deudas, decidiera poner punto y final a su existencia. Como adelantó ABC , su músculo financiero sólo llegará hasta el 28 de febrero, momento en el que finaliza el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) en el que están inmersos sus trabajadores. Si al día siguiente, 1 de marzo, Ayuntamiento o Junta de Distrito no asumen estos costes, el Moscardó desaparecerá , según confirman sus dirigentes.
Firmas y conjeturas
Ayer por la mañana, unos quince miembros y simpatizantes del «Mosca» registraron más de 5.600 firmas en el Ayuntamiento de la capital para llamar la atención de los dirigentes antes del encuentro de mañana. «Que vean que es un tema que importa a la gente», manifestó Javier García , director del centro deportivo. Minutos antes fue recibido, junto al resto, por una representante municipal que, sin embargo, les puso en sobreaviso: «Este es un proceso largo y difícil». Una respuesta que contrasta con la intención de club y trabajadores por que la instalación se municipalice en dos meses, en lugar de en los seis que pretende la Junta de Distrito.
«Para nosostros seis meses significa la desaparición»
«Para nosotros seis meses significa la desaparición », aclaró García a este diario a las puertas del Ayuntamiento. Y algo parecido puede ocurrirles, según lo que advierte Ferreiro, a los trabajadores. «Si finalmente la municipalización se produce a finales de agosto y el club no ha sobrevivido, podrían venirnos los problemas », vaticina el empleado. Esos problemas serían, principalmente, que la vinculación entre el club y los trabajadores, cuyos contratos tendría que subrogar la Junta de Distrito, no existiría. A menos, claro, que estos denunciaran al club —que terminaría por certificar su adiós— o que se prorrogara el ERTE —complicado para el Moscardó, cuyas arcas están temblando a día de hoy—.
Pero ojo. Para determinar si estas opciones son reales o únicamente conjeturas; se puedan salvar tanto los 37 empleos, el Moscardó o la cantera de nadadores que hay allí, primero tiene que celebrarse la reunión de mañana. La pelota está en el tejado del Ayuntamiento y la Junta de Usera.