Los mercados «sufren» por las vacaciones
En verano, las ventas en las plazas de abastos se reducen hasta más de la mitad

Un buen medidor de la actividad de la ciudad en el mes de agosto es visitar los tradicionales mercados de Madrid . Dos de ellos, el Maravillas, de Tetuán , y el de Chamberí , en la calle de Alonso Cano, muestran en verano dos aspectos completamente distintos. Los que mejor conocen su día a día son los trabajadores del primero, como David, uno de los empleados de Antonio Municio Pescados y Mariscos. Apunta que «agosto es siempre un mes malo, peor que julio» . Es lo mismo que indica una joven ecuatoriana de nombre Adriana que atiende en el puesto Frutas y Hortalizas Frescas José y Lili, del mercado de Cuatro Caminos ; sostiene que las ventas en este mes han llegado a caer un 50%.
También abren por la tarde para apenas conseguir que diez clientes se acerquen al puesto para comprar. Los que acuden no olvidan pedir tomates para hacer gazpacho, el producto más vendido este verano . Luis de Pollos Jesús Hernández, califica el mes de agosto como «de pena». En los meses de verano, calcula que la bajada en ventas llega al 40% . Lo que más se pide, los filetes de pollo, ahora a 6,99 euros el kilo. También ellos abren por la tarde, pero tan solo para conseguir alrededor de veinte clientes.
El trasiego de gente del Mercado Maravillas contrasta con el panorama del de Chamberí, que presenta bastantes puestos cerrados y muchos trabajadores esperando la entrada de clientes. Decepcionado con la situación está Herminio, del puesto Carnes Selectas: «Los vecinos están de vacaciones, en esta zona vive gente que tiene posibles y se lo pueden permitir» . En lo que iba de mañana, solo treinta personas se habían acercado a este puesto. En comparación con el año pasado por estas fechas, afirma que la situación es peor «la gente no quiere gastar dinero» comenta.
El responsable de Pescados y Mariscos La Sirena, en el Mercado de Chamberí es Luis, su puesto de productos del mar espera la llegada del mes de septiembre y la vuelta a la normalidad. «Ahora solo vienen los cuatro que no se han ido de vacaciones» , lamenta. En estos días tienen de media 35 clientes cuando en una jornada normal del año lo habitual es que hasta 200 personas compren pescado en su puesto.
Según Luis, julio es mejor que agosto en cuanto a ventas pero reconoce que la bajada de ingresos «es muy drástica» .
Aún así, su negocio no cierra por vacaciones: «No me compensa cerrar, porque sigo pagando gastos de alquiler, seguridad social e impuestos» .
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