Más de 4 horas encerrados en un avión que tenía que llegar a Londres

Los pasajeros del vuelo BA457 de la aerolínea British Airways no olvidarán el viaje de ayer. Lo que debería haber sido un trayecto rutinario entre el Aeropuerto de Barajas y el de Heathrow, en la capital británica, se convirtió en una odisea que, además y para su desgracia, terminó donde empezó, en Madrid.

A las 11.10 horas dicho vuelo tendría que haber afrontado las primeras maniobras para despegar, sin embargo, según ha podido saber ABC, el avión ya comenzó el viaje con retraso. Hasta aquí, todo más o menos normal. Cualquier avión puede retrasarse.

Con el avión ya en el aire de camino al archipiélago británico, los pasajeros recibieron otra mala noticia: tenían que regresar a Barajas. Al parecer, el comandante informó que había un problema con el sistema para evitar congelaciones de una de las alas. Esta coyuntura, unida a las bajas temperaturas que había en Londres obligaron a la aeronave a corregir su rumbo hacia Madrid.

Una vez en Barajas , comenzaron las reparaciones y, para su sorpresa y según han informado los familiares de los pasajeros, éstos últimos no pudieron bajarse del avión durante varias horas. y tampoco disfrutar de la comida, a menos que la pagarán, claro.

Más concretamente hasta las 17.15 horas nadie salió de la cabina ya que, de lo contrario, hubieran perdido el derecho a viajar si finalmente el avión conseguía despegar. Pero no pudo. De hecho, los problemas en el sistema destinado a evitar congelaciones no fueron los únicos y, una inspección posterior determinó que el motor tampoco estaba en condiciones.

Entonces sí, las puertas se abrieron y los pasajeros —entre los que había quien no se encontraba muy bien después de varias horas encerrados— pudieron abandonar la aeronave, pero en una latitud muy diferente a la que pretendían llegar al coger el avión por la mañana. No había niebla y tampoco llovía. Estaban en Madrid .