El trayecto de la manifestación discurrió por las calles de O'Donnell, Menéndez y Pelayo y la glorieta de Mariano de Cavia. Estuvo liderada por un conjunto de personas trans, que pedían la abolición de la Ley de Peligrosidad Social. Además, solicitaban la amnistía para los homosexuales y la despenalización de los actos sexuales. La marcha fue autorizada por el Gobierno Civil de Madrid y coincidió con el Día Mundial del Orgullo Gay. Los manifestantes pertenecían al Frente de Liberación Homosexual de Castilla, una organización que luchaba por los derechos de la comunidad LGTB+. La concentración tuvo gran aceptación y reunió a más de 7.000 personas en el centro de Madrid. A pesar de la manifestación, la ley no fue derogada hasta 1995.