Manuel Carrasco: «Volver a oír el rugido de la masa es como un orgasmo»
El cantante da este sábado el segundo concierto de su doblete en el Wizink Center
Con la gira 'La Cruz Del Mapa', galardonada como la más exitosa de 2019, Manuel Carraco logró hitos sin precedentes como llenar el Wanda Metropolitano de Madrid (55.000 personas) o el Benito Villamarín de Sevilla (50.000 personas) entre otros muchos estadios, pero la pandemia truncó su calendario y ahora, tras dos obligados aplazamientos, el artista onubense vuelve por fin con el lema 'Hay que vivir el momento'. «Éramos conscientes de que esta gira no podía mantener la estética o el concepto con el que fue pensada hace dos años, entendemos que todo ese público que lleva conservando durante mas de dos años sus entradas merece nuestro esfuerzo creativo para motivar este regreso y celebrarlo por todo la alto, ojalá y sea ahora cuando podamos vivir ese momento que tanto tiempo llevamos esperando», dice el cantante, que este sábado culmina el doblete en el Wizink Center que inició anoche con un éxito rotundo.
¿Cómo ha sido el (re)arranque de gira, por fin, dos años después?
El primer concierto fue hace cinco días en Bilbao, y no te puedes ni imaginar lo que vivimos allí. Fue una pasada. En el camerino pasé muchos nervios, porque era consciente de que iba a dar un paso importante retomando por fin la gira. Las cosas como son... después de todo lo que ha pasado, la música en directo ha adquirido una mayor importancia, sobre todo los conciertos en estadios, a lo grande. El otro día, cuando se apagaron las luces y escuché el ruido antes de salir, me puso los pelos de punta y se me saltaron las lágrimas. Oír de nuevo el rugido de la masa es como un orgasmo, fue muy, muy, muy emocionante. Fue como oír el grito que llevaba guardado en el pecho durante dos años. Suena a tópico, pero fue increíblemente bonito.
Ya sólo falta quitarnos las mascarillas.
Claro, todavía hay que llevarlas en los conciertos. El otro día yo no podía entender cómo el público podía cantar tan fuerte con la mascarilla puesta. Fueron unos héroes, porque fueron más de dos horas cantando, bailando, saltando y corriendo y nadie se la quitó. Yo creo que a la gente se le olvidó que la llevaba puesta por la emoción, y eso es lo más bonito de todo. Ojalá llegue pronto el momento de poder verles las caras, espero ese día con muchas ganas. Yo hace unos meses pensaba que a estas alturas de febrero ya habríamos superado ese paso, pero hay que seguir teniendo paciencia.
Después de dos años en casa los artistas vuelven a la soledad del hotel, una cosa que algunos llevan mal.
Llámame disfrutón, pero a mí me encanta incluso esa parte. Hay compañeros que lo llevan peor, pero yo, especialmente después de tanto tiempo sin poder girar, lo estoy disfrutando todo a tope.
Estará cantando 'Fue', la canción que acaba de publicar esta semana.
Sí, la acogida del tema está siendo bastante buena. Es una canción fuerte, marca de la casa, que nació como un disparo. Tiene la visceralidad de la vida misma.
Que sus fans hayan guardado sus entradas desde hace dos años y no la hayan devuelto, es como para estar satisfecho.
Es verdad, apenas ha habido devoluciones, lo cual me parece muy fuerte. Aguantar dos años con una entrada de un concierto que no sabes si se va a celebrar, con lo mal que ha estado la economía para todos... esa fidelidad que me demuestran es muy emocionante, no hay una satisfacción mayor. Sólo puedo responder dándoles lo mejor que llevo dentro, dejándome la vida sobre el escenario para recompensarles por su tiempo, sus ganas, su apuesta por mí.
Todos los conciertos son importantes, pero un doblete en el Wizink Center tiene una miga especial, ¿no?
No te voy a engañar, Madrid siempre se especial. Es la ciudad donde vivo, donde marqué el hecho histórico de llenar el Wanda con cincuenta mil personas, y cada vez que actúo aquí es una comunión especial. Además traigo un show nuevo que no tiene nada que ver con el anterior, que va a sorprender mucho a la gente.