Un maltratador retiene a su expareja en el canapé de una cama en el Barrio de Salamanca
La mujer alerto a una amiga con un mensaje de móvil y la Policía Nacional la rescató tras entrar en el inmueble y llamarla y sonar el teléfono. La tenía retenida bajo el somier y sobre el detenido pesaba una orden de alejamiento y otra de incomunicación

Sorprende y dramático nuevo caso de violencia de género en Madrid. Un suceso que, pese a todo, acabó bien: la Policía Nacional logró rescatar a la víctima.
El Barrio de Salamanca, en la capital, ha sido el escenario. Agentes de la comisaría del distrito que patrullaban ya comenzada la madrugada del 28 de enero la zona se toparon con una mujer que les avisó: «¡Ayuda, mi hija está en grave peligro! Puede ser que su ex la tenga retenida y es un maltratador!» , fue, no en su literalidad, la petición de ayuda de la madre.
Estas sospechas cobraron fuerza cuando los policías hablaron con una amiga de la víctima. Les dijo que había recibido un mensaje de ella pidiéndole auxilio, pasadas las doce y media de la noche.
Los policías comprobaron que el sujeto en cuestión figuraba en el sistema como poseedor de una orden de alejamiento física y de comunicación tras haber sido denunciado por su expareja por malos tratos. Se trata de un español de origen peruano de 30 años, con reseñas previas por malos tratos, atentado a agente de la autoridad y una reclamación judicial. Acudieron al domicilio del sospechoso, un sótano de la zona, entre Manuel Becerra y Príncipe de Vergara. El hombre les negó que supiera nada de ella e incluso les invitó a inspeccionar el inmueble.
Los investigadores no se fiaban de su palabra. E hicieron bien: cuando llamaron al móvil de ella, a través de la madre (que les acompañó), lo oyeron sonar . El terminal estaba en el salón y lo había roto el individuo, así que peinaron palmo a palmo el sótano, hasta encontrar a la víctima metida en un arcón bajo el somier de la cama, en el canapé, y fue liberada. Dijo que, al percatarse de la llegada de la Policía, su ex la había obligado a meterse ahí, inmovilizada y cubierta de ropa. Al parecer, había acudido al domicilio porque él le había dicho que necesitaba hablar con ella.
El maltratador ha vuelto a ser detenido, ahora como presunto autor de un delito de detención ilegal, violencia de género y quebrantamiento de medida cautelar.
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