MADRID

Puigcerdá, el tirón de la nueva moda «foodie»

El espacio con más restaurantes de la capital por metro cuadrado despierta más admiración por el fenómeno empresarial que por su calidad culinaria

Una de las terrazas de la calle Puigcerdá, la nueva ruta «foodie» ISABEL PERMUY
Adrián Delgado

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Hay ejemplos de que la competencia, bien llevada, atrae al éxito. La calle Puigcerdá , conocida como el callejón de Jorge Juan , es uno de ellos y, en poco tiempo, se ha convertido en una pasarela gastronómica con una retahíla de restaurantes que, pared con pared, llenan sus mesas día y noche. Un fenómeno que se ha reforzado en el último año con nuevas aperturas en la zona. En ese pasillo estrecho, el público se ha convertido en el verdadero protagonista. Un tipo de cliente «foodie» que, a modo de coleccionista, visita de uno en uno estos locales de la Milla de Oro para ver y ser visto.

Reservar, en alguno de ellos, es además un ejercicio de paciencia. Algo que, sin embargo, no deja de ser un aliciente más para seguir apuntándose en sus listas de espera. Una vez lograda la mesa, el tanto se apunta en forma de «selfie» en las redes sociales .

Entre los expertos en gastronomía despierta más admiración por el fenómeno empresarial que representa, que por su calidad culinaria. La cocina, de estilo tradicional con pinceladas modernas, es solo uno de los ingredientes de la fama de esta calle que se ha convertido en un lugar imprescindible para los nuevos gastrónomos aficionados. El otro es el ambiente festivo y el encanto de la decoración, cálida y acogedora –la mayoría se levantan sobre antiguos palacetes–, que prolonga las comidas y las cenas en forma de copas.

Hasta ella han llegado algunos grupos de restauración para aprovechar el impulso de este callejón como La Máquina y Cinco Jotas, gestionado por Osborne . Aunque la rotación de locales no es muy frecuente, en el último año ha habido tres grandes aperturas: los dos anteriormente mencionados y La Bien Aparecida. Este último, de Paco Quirós, ha trasladado hasta allí la afamada cocina cántabra de sus otros dos restaurantes en la capital: La Maruca y Cañadío.

En el aire se quedó el fracasado proyecto que iba a traer a Madrid, justo en este emplazamiento, el primer restaurante de la franquicia Cipriani . Otros de la zona, como La Moraga y Pan de Lujo, no pudieron aprovechar el tirón y cerraron para dejar sus locales a otros proyectos como Amazónico, hermano de los concurridos El Paraguas y Ultramarinos Quintín –ambos en Jorge Juan–.

De esta fama participan hasta las celebrities y los jugadores de fútbol de los clubes madrileños, a los que no es difícil ver en alguna de sus mesas. Entre tanta moda, también hay espacio para la alta cocina. En el 33 de Jorge Juan destaca Álbora , con una estrella Michelin .

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