Madrid pone el foco en el botellón tras el aumento de contagios entre jóvenes
La Policía Municipal ha impuesto solo en el mes de julio 4.835 multas por beber en la vía pública. El Consistorio anuncia que reforzará la vigilancia
El aumento de los contagios en la región muestra una relación de causa y efecto con el ocio nocturno y particularmente con el botellón. La experiencia de la capital es el mejor ejemplo, con un crecimiento exponencial de esta práctica ilegal y de las consiguientes sanciones en los últimos meses, a un ritmo de mil a la semana solo en julio . El Ayuntamiento de Madrid, consciente de esta problemática, aseguró este miércoles que la Policía Municipal incrementará la vigilancia en toda la ciudad y prestará «especial interés» en lo que ya se considera como uno de los principales focos de propagación del coronavirus. Los agentes, además, aplicarán la instrucción del Gobierno regional para evitar las reuniones de más de diez personas y el uso obligatorio de las mascarillas .
Desde el final del estado de alarma, el consumo de alcohol en la vía pública se ha disparado en la capital. Como informó ABC, en la primera noche de la desescalada los agentes ya intervinieron en una treintena de botellones por toda la ciudad. Lejos de ser un episodio aislado, consecuencia de tantas semanas de confinamiento, la tendencia ha sido al alza. Así lo confirman las cifras que maneja el Área de Seguridad y Emergencias, con un salto notable desde el mes de mayo, cuando el encierro comenzó a flexibilizarse.
Entre marzo y abril se tramitaron únicamente 686 expedientes, pero en los dos meses siguientes se alcanzaron los 8.755. Julio, con 4.835, eleva ligeramente la media. Respecto al global, si se contabiliza desde el 14 de marzo, cuando se decretó la alarma, se han registrado 14.281 castigos ; mientras que desde el inicio del mismo mes la cifra asciende hasta los 15.120.
Las sanciones reflejan una mayor actividad en algunos distritos, pero la realidad es que esta problemática se extiende sin excepción. No se trata de macrobotellones, sino pequeñas concentraciones dispersas en diferentes zonas, con una presencia mínima de menores (5%). Centro encabeza la clasificación con un total de 3.505 multas por beber en la calle desde marzo, seguido por Usera (2.127), Carabanchel (1.353), Villaverde (1.301) y Latina (1.173). En el otro extremo están Barajas (57), Moratalaz (136) o Vicálvaro (136). «Vamos a prestar especial interés en esta cuestión porque lo que parece que están mostrando los datos es que es uno de los puntos donde se puede estar produciendo algún tipo de contagio, por lo tanto la Policía Municipal claro que va a incrementar esa prestación y esa atención a los botellones», declaró ayer la portavoz municipal y delegada de Seguridad, Inmaculada Sanz.
Los números encajan a la perfección en la preocupación manifestada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid sobre la edad media de los contagiados y ciertas conductas irresponsables, con grupos sin respetar las distancias de seguridad, sin mascarillas e incluso compartiendo vasos. «Es importante que entiendan que ellos también son transmisores de la epidemia» , advirtió el pasado martes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la presentación del nuevo plan contra el Covid-19, planteada precisamente por esta situación.
Crecimiento exponencial
Como ha informado ABC, seis de cada diez nuevos contagiados en la región están por debajo de los 40 años. Según datos de la Consejería de Sanidad, el cambio ha sido sustancial en solo unos días; en dos semanas se ha pasado de 138 a 744 casos positivos en esta franja de edad, y en menos de un mes la media ha descendido en 20 años, pasando de los 55 a los 35 años.
Las administraciones son conscientes de que el foco –el fin de semana fueron medio millar– está en las reuniones sociales y familiares. De hecho, uno de los dos últimos brotes notificados fue en un bar de copas. Por eso, el Ejecutivo autonómico ha limitado desde este jueves las reuniones a un máximo de diez personas, tanto en locales como en espacios abiertos, y ha decretado la hora de cierre a la 1.30, con imposibilidad de recibir nuevos clientes más tarde de la una de la madrugada.
La preocupación, apuntan desde Sanidad, no es tanto por la gravedad de los enfermos –en su mayoría son leves, con cuadros de fiebre, fatiga y pérdida del gusto y el olfato– como por su movilidad. Si hace semanas un infectado por el virus estaba en contacto con tres o cuatro personas de su entorno, ahora lo está con alrededor de 20. La consejería, en ese sentido, recuerda que los jóvenes no son inmunes y en el peor momento de la pandemia se registraron hasta 3.155 menores de 40 años hospitalizado. De estos, 212 fueron ingresados en UCI.
Protocolo municipal
La labor de la Policía Municipal, no obstante, no se limitará al botellón. Si bien es una parte capital en el control del virus, el Cuerpo ha elaborado una orden de servicio para aplicar la norma de la Consejería de Sanidad. Fuentes municipales detallan a ABC que se velará por el uso de las mascarillas en todos los supuestos indicados –es obligatorio también al aire libre–; se controlará que en ningún caso los grupos excedan de diez personas; y se hará un seguimiento de los locales de hostelería y ocio nocturno para que no haya sobreaforo. También para el control de los horarios.
Se encargarán la Comisaría Principal de la Zona Oeste y la Comisaría Principal de la Zona Este, que darán las instrucciones oportunas a las diferentes áreas de Distritos para que las respectivas Unidades Integrales establezcan los dispositivos oportunos). También participarán la Comisaría Principal de la Policía Judicial y de Seguridad y la Comisaría Principal de Seguridad Corporativa, según explicaron desde Seguridad y Emergencias.
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