Madrid plantea bajar de 500 el umbral para dictar restricciones si cae a 300 casos de media

Lo explicaba el viernes la directora general de Salud Pública, Elena Andradas . Este «tope» se ha ido adaptando a la situación epidemiológica en la región. Así, el 13 de septiembre, la incidencia acumulada a 14 días era, en el conjunto de la región, de 750 casos por 100.000 habitantes. En esta tesitura, las autoridades sanitarias decidieron que en las zonas básicas de salud, el umbral para hacer restricciones a la movilidad se fijaría en 1.000 casos por 100.000 habitantes. Todas las zonas básicas que superaran esta cifra estarían afectadas por las medidas de limitación.

Al cierre de la semana del 4 de octubre, la intensidad acumulada de la región bajó a 550 y por eso, el umbral para acordar restricciones a la movilidad en las zonas básicas de salud también se redujo, hasta los 750 casos o más.

El 18 de octubre, ante una intensidad media en la región de 400,5 casos, el umbral para fijar limitaciones se bajó a 500 casos.

Por eso, en este momento, en que Madrid ronda los 328 casos de incidencia media acumulada a 14 días, las autoridades sanitarias de la comunidad se están planteando que si se baja de los 300 casos por 100.000 habitantes de media, podría reducirse aún más el umbral para tomar medidas en zonas concretas. De cuánto bajara dependerá qué zonas básicas son las afectadas por las medidas y cuáles se quedan fuera.

De acuerdo con los últimos datos epidemiológicos conocidos, por debajo de 400 se encontraban localidades como Soto del Real, El Molar, Boadilla, Pozuelo, Mejorada del Campo , y numerosas zonas en diferentes distritos de la capital. Y por debajo de 300 también hay zonas en el noreste y suroeste de la ciudad y en el cinturón metropolitano. Incluso hay municipios como Villanueva del Pardillo, y zonas básicas de salud en distritos madrileños como Usera (la de Almendrales), Fuencarral-El Pardo (la de Fuentelarreina) o San Blas-Canillejas (la de Quinta de los Molinos) que se sitúan por debajo de los 200 casos de incidencia media.

La Comunidad madrileña es consciente de que la segunda ola está bajando en esta región: los resultados le avalan pero no quiere confiarse porque sabe que en cualquier momento, las circunstancias pueden cambiar. Por eso, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha puesto en marcha una campaña de publicidad, «la más potente en años», para que nadier le pierda el respeto a la pandemia.

A través de unos impactantes vídeos –que se emitirán en todas las televisiones y también por las redes sociales frecuentadas por los jóvenes y por páginas musicales como Spotify–, se les transmite la realidad del peligro que suponen los contagios en su entorno cercano, relacionando una imprudencia con una consecuencia mortal para los abuelos, por ejemplo.

La presidenta Ayuso ha insistido en la necesidad de seguir manteniendo la disciplina en el cumplimiento de las restricciones en horarios y aforos, la ventilación adecuada, el uso de mascarilla y el mantenimiento de la distancia social; «si no lo hacemos, vamos a perder la libertad en Madrid», ha recordado.

Los anuncios son, ha dicho, «muy duros pero muy necesarios» porque las medidas que se han puesto en marcha una por una son útiles, «pero todas juntas son implacables» y han demostrado que «en Madrid se puede convivir con el virus» sin necesidad de llegar al cierre total.

La campaña publicitaria ha costado 3 millones de euros. Según ha explicado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero , Madrid lleva siete semanas consecutivas con bajada de contagios. «De los 813 casos de incidencia media registrados en el pico de la pandemia, a mediados de septiembre, se ha bajado a 328 actuales». Pero también ha advertido que «no podemos confiarnos porque el virus no se ha ido».