Madrid se olvida de Miguel de Cervantes: las visitas a su tumba bajan un 50%
El Ayuntamiento no ha realizado ninguna acción informativa en las oficinas de turismo para dar a conocer el hallazgo de 2015. El número de visitantes ha bajado de 8.200 visitantes a 4.000 de 2016 a 2018
Madrid encontró la fosa donde descansaban los restos mortales de Miguel de Cervantes Saavedra el 11 de marzo de 2015. El modesto Convento de las Trinitarias Descalzas, ubicado en el 8 de la calle que da nombre a su enemigo literario en el Siglo de Oro, Lope de Vega, ocultaba en el subsuelo de la cripta de 80 metros cuadrados los huesos del genio de Alcalá de Henares. Junto a él, entremezclados y en tan mal estado como los suyos, los de su esposa Catalina de Salazar y otras quince personas, entre ellas, cinco niños.
Apartir de aquella semana de marzo y hasta el 11 de junio de 2015, cuando la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (Partido Popular), erigió un monumento funeral para ensalzar la memoria del autor de «El Quijote», la capital se convirtió en el epicentro de una noticia que daba la vuelta al mundo , un hallazgo revolucionario que presagiaba un reclamo turístico de dimensiones incalculables. Pero la fiebre por conocer el lugar de descanso eterno del novelista ha perdido temperatura desde 2016, año que coincidió con el IV centenario de su muerte.
Las visitas desde entonces hasta el año pasado se han reducido un 50 por ciento. Sor Amada de Jesús lleva bien la cuenta. «Espera que lo mire», dice amable a través del teléfono. Se aleja para coger sus apuntes. Regresa. «De junio a diciembre 2015 tuvimos 1.700 visitantes a través de grupos; en 2016 fueron 8.220; en 2017, 4.237, y en 2018: 3.925 . Ya de lo que va de año aún no lo hemos contado», facilita.
Las trece monjas de clausura que allí viven abren sus puertas los sábados de una a una y media del mediodía para recibir a los interesados que quieren recibir una ruta guiada por el interior del templo, con el principal reclamo de Cervantes. Nunca organizan el pequeño itinerario para grupos menores de diez personas y cada individuo debe de hacer un donativo de 2 euros para la guía y ayudar al mantenimiento de la iglesia. «Al principio había muchas más visitas, pero ya no hay tantas», comenta la religiosa, quien revela que esta orden está a disposición de los políticos por si quieren incrementar la actividad cultural.
Acaso por el desconocimiento, la falta de publicidad o por la incertidumbre de si los restos son al cien por cien los de Miguel de Cervantes –ningún estudio de ADN resolverá la duda porque no hay huesos con los que cotejarlos –, lo cierto es que el impacto turístico y económico que se presuponía no ha llegado a fraguarse. De hecho, su presencia es casi anecdótica.
Desde el Gobierno que encabeza Manuela Carmena no se ha hecho ningún énfasis en promocionar el descubrimiento de la tumba del Príncipe de las Letras, pese a que lo que queda de él se encuentra a solo unos pasos del mayor enclave turístico y cultural de la ciudad: el Paseo del Arte.
Sin visibilidad
Madrid es la ciudad más visitada de toda España. En 2018, 4,1 millones de turistas eligieron la capital como destino donde disfrutar, en primer orden, de su oferta cultural y patrimonial, tal y como refleja la Encuesta de Percepción Turística 2018 del Centro de Inteligencia Turística de Madrid Destino. Sin embargo, que cualquiera de estos visitantes tenga en su agenda acercarse hasta el Convento de las Trinitarias Descalzas es casi un milagro.
No existe ningún letrero en el Paseo del Prado que anuncie el memorial del escritor. Ni siquiera en el Centro de Turismo de Plaza Mayor se destaca este atractivo, que se encuentra –tras preguntar por ello a conciencia– en diez líneas de la quinta página de un folleto titulado «El Madrid de Miguel de Cervantes». Si se quiere información exhaustiva, toca tirar de hemeroteca.
Investigación heredada
«Para el Ayuntamiento de Madrid la figura de Cervantes es un valor incalculable y por esta razón estaríamos encantados de poner en marcha visitas estables en el Convento de las Trinitarias», señalan desde el Área de Cultura y Deportes, cuya titular es Manuela Carmena. Para llevar a cabo ese plan, especifican, han de firmar un convenio de colaboración con las trinitarias. Pero en todo este tiempo no han movido ficha para implantarlas.
La actual Corporación sí realizó un pequeño ciclo de visitas al convento con motivo de la conmemoración de la muerte del literato. En 2016, también reservó una partida de 30.000 euros del presupuesto para que la Fundación Aranzadi, liderada por el prestigioso antropólogo Francisco Etxeberria , realizara la tercera fase de la investigación sobre 296 esqueletos infantiles que aparecieron en la cripta de las trinitarias.
El descubrimiento de Cervantes se recibió con optimismo entre los comerciantes de la zona, pero el tiempo no ha hecho sino menguar sus expectativas hasta el punto de que la actividad por estos ingresos es prácticamente nula. «Es como si no hubiera nada» , reconocen desde la Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Letras. Cuatro años atrás, sin embargo, recibieron la noticia sobre maestro con tal júbilo que esperaban que la oportunidad reportara «más turismo y de calidad». Nada más lejos de la realidad.
Sin repunte de visitantes
Desde la asociación sostienen que no se ha notado en los últimos años ni un repunte de los visitantes ni una actividad mayor . El barrio, famoso porque fue el hogar de las plumas del Siglo del Oro , tiene los mismos establecimientos que en el momento del descubrimiento; hostelería, sobre todo, y librería vieja, en menor medida.
Como refleja el número de turistas al convento de las Trinitarias, desde la asociación del Barrio de Las Letras señalan que «se ha quedado en el olvido» . Los pocos curiosos que se acercan por la zona son casi por inercia, dada la ubicación. Su deseo de que la tumba de Cervantes sea un reclamo, sin embargo, permanece intacto: «Igual que publicitamos la casa de Lope de Vega, nos encantaría que asi fuera con Cervantes».
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