Madrid acaba con el modelo de las butacas para acoger a personas sin hogar
La nueva estrategia basada en viviendas individuales culminará en 2022
La hilera de butacas y pilas de mantas desplegadas en una amplia sala será a principios del año que viene una imagen del pasado. La red del Ayuntamiento de Madrid que da techo a personas sin hogar ha iniciado un proceso de transformación gradual que eliminará estos recursos obsoletos con el objetivo de que todas las plazas se deriven a apartamentos compartidos donde puedan iniciar el proceso hacia una nueva vida. El objetivo es pasar de un enfoque asistencial, dar un techo, a un modelo centrado en la recuperación de las personas que implica proporcionar un hogar y una asistencia personalizada, en espacios individuales y con mayor calidad e innovación.
Para lograrlo, se ha apostado por idear nuevos recursos como ‘Housing First’ (pisos individuales) o ‘Housing Led’ (pisos compartidos), por el programa ‘No Second Night’ para la atención temprana de mujeres en riesgo de exclusión severa, crear más centros de día o el nuevo centro para mujeres sin hogar víctimas de violencia de género. En este sentido, según ha podido saber ABC, el Área de Bienestar Social propuso ayer a la entidad que gestiona el centro de la calle Pozas reconvertirlo en un centro de día, para culminar así el proceso de reconversión de la red para los primeros meses de 2022.
Esta remodelación comenzó a principios de 2020 en el nuevo Centro de Acogida de La Rosa, que ahora cuenta con habitaciones con camas y funciona también como centro de día. En total son 30 plazas de alojamiento más cinco para situaciones de emergencia, además de 30 extras para la atención diurna como Centro de Día.
Asimismo, se ha sustituido el centro de la calle Geranios por el primer espacio de España para mujeres sin hogar víctimas de violencia de género de Hortaleza. Está distribuido por apartamentos que garantizan una mayor dignidad y una mejor atención, con 30 plazas, cinco plazas de emergencia, 60 de centro de día y 15 reservadas al traslado a pensiones para las mujeres que hayan logrado más autonomía fruto del proceso de atención social.
«Madrid cuenta con una gran red de atención al sinhogarismo, pero su modelo estaba basado en lo que se hacía en el siglo XX», indicó a ABC el delegado de Familias, José Aniorte (Cs), que asegura que desde el principio propusieron un nuevo modelo basado en «dignidad e innovación». Por ello, el Ayuntamiento ha ampliado el número de viviendas autónomas hasta las 210, a 180 las plazas en pisos compartidos y otras 53 plazas en pensiones para mujeres que se quedan sin hogar por primera vez.
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