Las librerías «low cost» toman Madrid

Estos lugares, surgidos al abrigo de la crisis, han emergido como una alternativa muy económica para los amantes de la lectura

Libros baratos y mucha variedad, esa es la receta de las librerías low cost TUUU LIBRERÍA

ENRIQUE DELGADO SANZ

Habituado a vivir en el olvido que supone el fondo de la estantería o a hacer las veces de adorno, el libro viejo, entendido como aquel que su dueño ya ha leído, se ha rebelado a su (mala) suerte y va camino de conseguir la redención gracias a las librerías low cost, un fenómeno emergente.

Surgidas al abrigo de la crisis, de las que ya dijo alguna mente brillante que agudizan el ingenio, estas librerías han ganado peso en la sociedad que, como ocurre con el mercado del automóvil, ya no necesita que el libro sea nuevo para disfrutarlo beneficiándose, además, de un precio mucho más reducido.

«¡El otro día un señor se llevó 66 libros!»

Uno de los ejemplos más curiosos es el de Tuuu Librería , que cuenta con dos establecimientos en Madrid y uno en Barcelona, más de 40.000 ejemplares de segunda mano en su catálogo y un reclamo muy atractivo: coge todos los libros que puedas abarcar entre tus brazos y paga lo que consideres oportuno por ellos.

«Pusimos esta condición para evitar que viniera gente con la maleta , algo que nos ocurrió al principio», recuerda Alejandro de León, fundador de Tuuu Librería, un proyecto que tiene un doble trasfondo solidario: acercar la cultura a aquellos que no pueden pagarla y también colaborar con los países en desarrollo ya que, según comenta De León, realizan envíos periódicos de cultura paginada a estos lugares.

Otro caso emblemático es el de Re-Read , una cadena de librerías con establecimientos en toda España y que recientemente ha abierto una nueva sucursal en Madrid -en la calle O'Donnell- desde donde Sergio Sancor, el librero, confirma la buena aceptación que tiene este nuevo modelo de vender libros. «¡El otro día un señor se llevó 66!» , rememora el librero.

La oferta de Re-Read también ofrece «cualquier ejemplar, sea una novela o un gran volumen de fotografía», como Recalca Sancor, a unas tarifas asequibles. Un libro cuesta tres euros; dos, cinco y o cinco, diez ; precios bastante más baratos que los de las librerías convencionales con las que, según relata el encargado, mantienen varias diferencias.

Iguales pero diferentes

«Las dos nos llamamos librerías pero no tiene nada que ver, no trabajamos de la misma forma», explica Sancor, quien ejemplifica este hecho a la hora de señalar que en las librerías de nuevo se trabaja estrechamente con las editoriales, que actúan como proveedoras de volúmenes, mientras que en este caso, los proveedores son, mayormente, particulares, aunque las librerías low cost también se nutren de donaciones de bibliotecas o de las propias empresas editoriales.

«Al entrar nunca sabes lo que te vas a encontrar»

No trabajan con las últimas novedades, pero prácticamente tienen todo lo demás en sus estanterías y justo ahí surge la magia, o al menos así lo cree De León. «Al entrar nunca sabes lo que te vas a encontrar» , dice el fundador de Tuuu Librería , un proyecto que empezó a andar en noviembre de 2012, que ahora recibe «unos 2.500 libros al día» y que funciona, según De León, como un complemento a las librerías tradicionales, una postura que comparten los libreros tradicionales.

«Es algo muy interesante, no perjudica a nadie y es muy bueno que haya gente que pueda comprar los libros que antes no podía» , cree Juancho Pons, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) , quien también considera positivo que estas librerías ofrezcan «libros que ya no se pueden encontrar por estar descatalogados».

Seguramente a De León le hubiera gustado contar con este testimonio en sus inicios, cuando al abrir la primera librería madrileña y, según admite, lo que más miedo le daba era cerrar otras librerías de la zona . «Por suerte un día llegó un librero y me dijo que no», subraya De León a quién se le quitó el miedo al ver que en el mercado de la lectura hay hueco para todos.

Renovación

Que un libro esté descatalogado, por muy apocalíptico que pueda sonar, no es sinónimo de que esté destartalado e inservible , ni mucho menos y bien lo sabe Pons, quien admite que muchas veces el concepto de librería de segunda mano está asociado, como suscribe, «a un sitio antiguo, lleno de polvo y desorganizado», cuando no es así.

«Las librerías de viejo, como librero, me gustan muchísimo, pero muchas veces tienen esa atmósfera que desde fuera parece así, vieja, y justo ahora se le ha dado el lavado de cara», argumenta Pons, quien añade que esta tendencia, la de la venta de libros de segunda mano, «ya era muy habitual en otros países como Reino Unido, EEUU o Francia» .

«Cuanto más lees, más quieres leer», coinciden todos, quienes también están seguros de que, pese a la escalada de lo digital, el libro en papel sigue teniendo tirón. Y mientras esto sea así, alguien tendrá que vender libros, ya sean de primera mano o de esos que guardan en su historial el haber hecho disfrutar a otros lectores. «Toda la vida nos hemos prestado libros y eso es una cosa buena, siempre que te los devuelvan , claro» resuelve, con razón, Pons. Ahora, a leer, que el precio ya no es excusa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación