IGLESIAS DE MADRID
Año Jubilar en la parroquia Anunciación de Nuestra Señora
La iglesia, que está abierta todos los días, se ha convertido en el centro del barrio
Un domingo cualquiera del tiempo ordinario, que se dice en la liturgia. Misa de ocho de la tarde . La noche se ha echado encima y hace cierto frío o frío cierto. Antes de la eucaristía, un grupo de fieles devotos rezan los siete domingos de san José, dolores y gozos de san José. Van llegando los fieles. Faltan cinco minutos para que comience la celebración y el templo está, literalmente, lleno. Y no es pequeño.
Hay que distribuir unas sillas en el pórtico y en los aledaños. Al final de la misa serán un centenar las personas que han asistido a la eucaristía en el exterior de la Iglesia. Algunos, incluso, con sus perros.
Es la misa para los jóvenes, animada con una guitarra y unos cantos que traslucen un sentido intimista de la fe . La Iglesia está llena de familias, muchas de ellas numerosas, personas de media edad y jóvenes. Preside el también joven vicario parroquial, Fernando de Cárdenas Artola. Lenguaje apropiado, con destacables recursos retóricos que captan la atención de los fieles y que, incluso, roban una sonrisa en más de una ocasión. Con los pies en la tierra habla de la vocación, de la llamada a al santidad, doctrina que entra como si fuera un alimento placentero.
¿Un domingo cualquiera, misa de ocho, en una Iglesia abarrotada de fieles? Sí, en la parroquia Anunciación de Nuestra Señora, calle Cierzo s/n, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, que Pozuelo, para la Iglesia, es mucho Pozuelo. El párroco, Alfonso Díez Klink , cuenta también con la ayuda de un diácono permanente, Bienvenido Nieto Gómez , y con un sacerdote que es capellán de Retamar, Arturo Rico.
Capellanía del Hospital Quirón
El templo, obra del arquitecto Francisco Caballero Lasierra, responde al estilo de varios de los templos del Madrid de los noventa. Espacios funcionales, superficies amplias, predominio del ladrillo, con salones parroquiales anejos. En esta comunidad recuerdan el trabajo del sacerdote Félix Sánchez-Caro, que estuvo 27 años al frente de la parroquia y que ayudó a su embellecimiento estético. Destaca en el templo la imagen de Nuestra señora de Somosaguas y el Cristo crucificado que preside el presbiterio. Los sacerdotes de la parroquia atienden diariamente la capellanía del Hospital Quirón y además visitan a los enfermos de la parroquia en sus casas.
Según el párroco, Fernando Díez Kink, esta comunidad de fe, esperanza y caridad se distingue por la disponibilidad de las personas y la piedad, en un barrio respetuoso con la Iglesia. La parroquia se ha convertido en el centro del barrio, entre otras razones, por el hecho de que está abierta todos los días desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche . Una parroquia con las puertas abiertas.
Son innumerables las personas que pasan por el templo a lo largo del día para hacer una visita o para rezar un rato. La parroquia vive inmersa en un Año Jubilar con motivo de los 25 años de la consagración del templo. Y con ese regalo que es la Indulgencia Plenaria. En torno al Año Jubilar están previstas una serie de celebraciones con las familias, con las personas mayores, con los jóvenes, con los niños.
Oratorio de niños pequeños
La catequesis arranca con el oratorio de niños pequeños. Luego están los grupos de preparación a la primera comunión y posteriormente los que responden al método EDGE, pensado para adolescentes de entre 11 y 14 años , y LIFE TEEN, destinado a jóvenes, con sesiones participativas y dinámicas.
Otra de las actividades de la parroquia es la de Cáritas . Aunque es una zona en la que haya bolsas de pobreza, Cáritas parroquial está volcada en atender algunos proyectos de la vicaría IV. Una vez al mes hay una operación Kilo de recogida de alimentos que se destinan a otras parroquias de la vicaría. También participan en el proyecto de recogida de ropa de Cáritas.
Una de las acciones más queridas en la parroquia es el rastrillo benéfico, que se celebra a finales de noviembre, en el que se recoge una cantidad de dinero no desdeñable que se destina a obras de caridad e incluso a ayudas a monasterios de clausura necesitados.
Este Año Jubilar está ayudando a la oración de unos por otros y a una actividad que se hace vida y presencia fecunda en medio de Somosaguas.
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