Las joyas de altura del futuro hotel del Edificio España
La cadena Riu ya tiene el diseño de todas las terrazas del rascacielos, que serán su gran atractivo. El Ayuntamiento concederá las licencias tras el verano
El cielo de Madrid contará en 2019 con cinco nuevos miradores de lujo, los mismos que destacarán como las joyas del futuro hotel del Edificio España . La cadena Riu, que compró el histórico rascacielos el pasado 1 de junio, ya tiene los diseños de la azotea y las terrazas que coronarán el inmueble en sus diferentes alturas. Con zonas exclusivas de restauración y descanso, la piscina desbordante del piso 26, en lo más alto del edificio, será el gran atractivo. Su esperada transformación comenzará antes del nuevo año, una vez se tramiten todas las licencias. El Ayuntamiento prevé conceder todos los permisos después del verano.
La azotea y las terrazas serán uno de los elementos más característicos del Edificio España del futuro. Si la primera y más importante será la que se sitúe en el techo del rascacielos, el resto se situará en las plantas 20 y 11, respectivamente, sobre las suites. El elemento común de estos miradores con estilo «chill out» , según la recreación, será la cuidada decoración, con acabados en madera y terrazo, jardines, fuentes y acequias simuladas. También contarán con una barra y tumbonas, disponibles tanto para los huéspedes como para otros clientes.
Según fuentes de la cadena hotelera, el grueso de la azotea lo ocupará una piscina desbordante , construida junto a una pasarela de vidrio transparente. El diseño dará al visitante una sensación de infinidad, como si estuviera al borde de una cascada. Tras el horizonte de agua, el bañista contemplará los tejados de la capital, salteados por algunos de sus grandes monumentos, como el Palacio Real. El resto de terrazas serán con vistas a la Gran Vía y a la sierra madrileña, según su situación a ambos lados del edificio.
Como informó ABC , debajo de la azotea, en el piso 25, se ubicará otro de los grandes atractivos: el Sky bar panorámico. Este acogerá una zona exclusiva de restauración, cubierta pero con unos ventanales inmensos. La intención es que esta zona se complemente con la terraza superior, de modo que el servicio no se interrumpa, ya sea por calor o por frío. El hotel, que será de cuatro estrellas superior, constará con 650 habitaciones , gimnasio, espacios para la celebración de conferencias y eventos y un área comercial de 15.000 metros cuadrados.
Licencia por partes
Al tiempo que Riu ultima el diseño del hotel, el primero urbano de la cadena, el Ayuntamiento de la capital trabaja en la concesión de licencias. Fuentes municipales explicaron a ABC que, con el permiso de consolidación en orden –ya lo estaba antes de la compra–, espera que todo esté listo después del verano. La concesión de las licencias, no obstante, se dará por partes y no en conjunto. De esta forma, aseguran desde la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible, que dirige José Manuel Calvo , «será más fácil», dada la complejidad del proyecto. Después, el inicio de las obras dependerá de la compañía. Carmen Riu , consejera delegada de la entidad, avanzó el pasado mes de junio que, si nada se tuerce, la reforma comenzará a final de año.
Otro de los trámites que ya se ha superado es el aumento de la protección , anunciado por Cristina Cifue ntes hace poco más de una semana. Tras la modificación del Plan General, el grado de protección pasa de un nivel 3, con protección parcial, a un 2, con grado estructural. Esta suerte de blindaje refuerza la protección patrimonial de las fachadas exteriores, el portal de acceso, los pilares de hormigón de la estructura principal, los pórticos de la fachada y los elementos originales de la parte más alta del edificio.
Estos avances suponen un cambio notable, habida cuenta de que el proyecto estuvo parado durante tres años, con cruces de acusaciones constantes. El punto de inflexión se produjo hace poco más de un año, cuando el grupo Baraka pactó con Wanda la compra del edificio por 272 millones de euros . Pasados seis meses, no exentos de incertidumbre, el conglomerado que preside Trinitario Casanova cerró la operación con el grupo chino y, acto seguido, se lo revendió a la cadena Riu por una cifra ligeramente superior.
La irrupción de la hotelera fue una sorpresa, ya que semanas antes anunció que renunciaba a aportar el 25 por ciento del proyecto –consensuado con Baraka– y se quedaba únicamente como inquilino del hotel. «Lo estudiamos y vimos que era una buena oportunidad para hacernos con el cien por cien de la propiedad», explicaron fuentes de la entidad mallorquina. El coste del proyecto será de entre 380 y 400 millones de euros , contando tanto la adquisición del rascacielos como su reforma.
Zona comercial
La modificación del Plan General aprobado por la Comunidad de Madrid prevé compatibilizar la protección con un régimen de obras para dotarlo de uso terciario comercial. Este cambio remite a la zona de tiendas, que se instalará en las tres primeras plantas del edificio. Como ya ha informado este periódico, la explotación de este espacio será a cuenta del grupo Baraka, si bien aún no se conoce a quién se adjudicará. Galerías Lafayette era uno de los interesados.
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