Jorge Juan

El Ayuntamiento de Madrid ejecuta el cierre de otros dos restaurantes del callejón de Puigcerdá

El Consistorio detectó irregularidades urbanísticas en los locales; decenas de empleados han protestado contra los funcionarios por la clausura

Los trabajadores y los dueños protestando mientras la Policía precinta el local DE SAN BERNARDO
Marta R. Domingo

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Dos agentes de la Policía Municipal han escoltado esta mañana a los tres funcionarios de la Agencia de Actividades para precintar otros dos restaurantes del callejón de Puigcerdá . Cerca de las 10.00 horas, como ocurrió el día anterior en La Máquina , los funcionarios han procedido al cierre de los locales Los Gallos y Babelia , propiedad de Pepe Caldas . Decenas de trabajadores de ambos locales han protestado contra el cierre con pitos y exhibiendo carteles en los que se podía leer «el Ayuntamiento arruina nuestra Navidad», «queremos trabajar» .

Tal y como adelantó ABC , el Servicio de Disciplina Urbanística municipal ya amenazó con clausurarlos el pasado julio si no subsanaban las irregularidades encontradas en los cerramientos de las terrazas y veladores de varios restaurantes de la que es considerada la «calle de la gastronomía» del barrio de Salamanca , junto a la Milla de Oro de Madrid . Según el informe de los inspectores, «han efectuado terrazas con cerramientos estables que amplían el local sin estar autorizados», ya que se trata de «espacios de titularidad privada, pero de uso público».

En ese informe se advertía también de que estos cambios en los locales suponía «la alteración de las condiciones de volumen y forma del edificio», que recoge el apartado 1 del artículo 10 de la Ordenanza para la apertura de actividades económicas de Madrid. Además, se señalaba la modificación de las «condiciones de repercusión ambiental y de seguridad» , previstas en el apartado 2 del artículo antes mencionado. Por último, los inspectores hacían mención al «incremento de aforo» que se producía tras haber ampliado la zona habilitada para el público, tanto en la azotea como en el ensanche de la terraza.

Sobre las 11.30 horas, los funcionarios han clausurado ambos locales, pese a la oposición y los gritos de los empleados. Hasta mañana el juez del Contencioso Administrativo no se pronunciará sobre si imponer medidas cautelares para que los restaurantes puedan seguir operando con normalidad .

Entre el revuelo, el teléfono de Los Gallos no ha dejado de sonar. Muchos clientes que tenían hoy la reserva para sus cenas de empresa llamaban para comprobar si abriría o no. « Teníamos una reserva para 50 para este mediodía », ha preguntado una clienta. «Lo siento, al menos hasta mañana, estaremos cerrados», ha respondido la encargada. Según iban transcurriendo los minutos, una sucesión de repartidores iban trayendo la mercancía para abastecer a los locales. «Este pan lo hacemos bajo encargo para Babelia y Los Gallos, si están cerrados, tendré que tirarlo», ha indicado.

Pese a que, en un principio, el precinto impide el paso al establecimiento en general, el delegado del área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento, José Manuel Calvo, explicó a este diario que el cese se aplica solo a la «actividad, no sobre todo el local».

«La orden se dicta sobre aquellas partes que no están legalizadas; la parte de restaurante que tiene su licencia de actividad podrá seguir funcionando normalmente, como siempre ha ocurrido», indicó. Es decir el propietario podrá reabrir la parte del restaurante que tiene en regla tras comunicárselo a la administración. Las partes no legalizadas no podrán atender al público hasta que no cuenten con la correspondiente licencia, en caso de que pudiera otorgarse.

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