Joaquín Torres defiende los «tubos» para que no duerman los sintecho: «No hay manera de ayudarles»
El arquitecto, cofundador del estudio A-cero, ha llevado a cabo una polémica medida para despejar la entrada de su local
El conocido arquitecto Joaquín Torres se ha visto envuelto en una fuerte polémica, alimentada por las redes sociales, debido a la instalación de varias barras metálicas a las puertas de su estudio «A-cero», ubicado en el centro de Madrid, en un espacio donde habitualmente pernoctan varias personas sin hogar.
Torres se ha defendido en las redes sociales de las críticas: «Lo digo de corazón... Llevo meses intentando ayudar a esta gente ... Les hemos buscado alojamiendo, dado comida, hemos intentado negociar horarios y es imposible», ha escrito en su perfil.
siento mucho q le haya defraudado ... lo digo de corazón .... llevo meses intentando ayudar a esta gente .. les hemos buscado alojo dado comida intentado negociar horarios y es imposible ...provocaciónes constantes ... convivir con ellos es imposible pic.twitter.com/w8Z6iiHgmi
— Joaquín Torres (@JoaquinTorres_V) February 3, 2020
En una entrevista reciente ha apuntado que «vivir en la calle es un drama», pero que son las instituciones las que deben resolver dicho drama». Ha defendido la instalación de estas barras como medida disuasoria puesto que «incapacitaban la entrada» al estudio en varias ocasiones. «Convivir con esta situación es durísimo», ha expresado en «Espejo Público».
El arquitecto apunta que ha tratado de resolver esta situación con otras alternativas, pero no ha tenido éxito: «Hemos intentado poner un jardín seco», ha dicho, mientras detallaba que no quiere llamar «pinchos» a lo que son « tubos de plástico que vamos a rellenar con grava y vamos a intentar poner por enésima vez un jardín de cactus».
También ha lamentado que la gente «se haya echado encima sin ver el resultado final». A estos ha querido enviarles una palabras: «A toda esa gente que me ha puesto verdes les invito a que se los lleven tres días», ha expresado. «Que hagan las necesidades en su casa, que vean cómo huelen y que se pongan agresivos porque beben alcohol... y que no hay manera de ayudarles porque no quieren », ha zanjado no sin antes resaltar que es una situación de gran complejidad.
