Lapisabién
Lo del Kichi con Madrid
La capital es incómoda para dictaduras y para populismos de corto vuelo como el del alcalde de Cádiz
Que dice Kichi , alcalde de Cádiz, que en los astilleros y tal hay que hacer ruido, fogatas, para que en Madrid nos enteremos de 'sus penitas'. Y se imagina uno a Madrid así, como un elemento castigador, un Júpiter tronante que le va haciendo la zancadilla a Kichi, a Cádiz, y hasta a la buena gente de Gijón. Y es que es muy fácil escupir para arriba, digamos que a Madrid, y seguir con el bastón de mando devenido a megáfono y sin pegar un palo al agua. Porque Kichi, rescoldo incómodo del podemismo, chirigotero de Rotterdam, es de esa hornada de políticos que no solucionan, pero se montan una dinastía y así van pasando la vida.
Dice Kichi que en Madrid no lo escuchamos, y eso es como culpar al volcán de Canarias del paro estructural en la comarca del Campo de Gibraltar. En el fondo, estos federalistas con tanta banderita regional y tanto odio a esta capital, lo que hacen es confundir al personal y hacer, en pobre, lo que los convergentes, neo y ex, indepes o no, hacen con Madrid. Inventarse un sujeto para culparlo de todo. Y es que Madrid es incómoda para las dictaduras —bien lo supo Franco— y para estos populismos de corto vuelo; del vuelo gallináceo que diría Pla.
La cuestión es que, como me recuerda López Sampalo, Kichi anda entre gasolinas y tirachinas justificando su sueldo. De aquí a la eternidad y embutido en la camiseta del 'Cai', según parece.
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